miércoles, 25 de septiembre de 2019

XIII legislatura, a la mierda (1ª parte)

Estamos en el año 2019. Toda Hispania está sin gobierno desde hace casi un año, y lo que te rondaré morena… ¿Toda?, toda no, un lugar poblado por irreductibles golfos/as y sinvergüenzas/os (por eso de la equiparación lingüística) resiste todavía y siempre al invasor ciudadano. Y la vida no es fácil para las guarniciones ciudadanas que tienen que pagar impuestos, para que los sinvergüenzas que viven en ese poblado conocido como congreso de los diputados, gobiernen o no gobiernen, trabajen o no trabajen, se echen la culpa unos a otros, como si fueran críos de tres años en al patio de un colegio, tengan sus emolumentos, sus dietas por viaje, sus tabletas y iPhone y sus pensiones aseguradas, porque así se lo tienen montado. Pero ya saben ustedes, que en esta España deliciosa, que sólo sale en multitud para celebrar las victorias de la selección española, y las del Madrid, en vez de salir a luchar para quitar a esta lacra política que tenemos la mala suerte de tener y de mantener, no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose e incluso robándonos en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. Pero éste cabreo monumental que tengo, lo achaco no ya a nuestra vergonzosa casta política, sino a lo que nos cuesta que no hagan nada de provecho, que eso es lo peor. Porque si trabajaran algo (por decir algo), pues bueno, lo asumiría, pero cobrar un pastizal, por el simple hecho de ser un político mamarracho, pues que quieren que les diga, me cabreo y con razón. Finalmente, ZPedro, Pablito alias el coletas, Albertito alias el oportunista y Casadito alias el no es no (le ha quitado el honor a ZPedro), han mandado la XIII legislatura a la mierda, ellos solitos, ya que el intercambio de sillones, de puestos importantes en la administración y el colocar en un futuro a sus familiares y amigos, han destacado sobre intentar (fíjense en el detalle) formar gobierno para solucionar la vida a los ciudadanos, que como se ha visto otra vez más, por desgracia, no les importamos nada de nada. Eso sí, ahora se lanzarán como hienas a la carroña para pedir de nuevo los votos a los ciudadanos para votar a los mismos mamarrachos anteriores, para seguir dando el espectáculo lamentable que hemos visto hasta la fecha. El próximo lunes 23 de septiembre acaba esta pantomima y esta vergüenza que nos han hecho pasar todos los políticos involucrados en este circo. Al igual que ocurrió tras las elecciones generales de 2015, no se ha podido investir a un presidente del Gobierno. El comunicado de la Casa de S.M. el Rey señalaba que Felipe VI ha constatado que no existe un candidato que cuente con los apoyos necesarios para que el congreso de los diputados, en su caso, le otorgue la confianza. En fin, en la 2ª parte de este post, les diré lo que nos ha costado, nos cuesta y nos costará la broma. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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