jueves, 5 de septiembre de 2019

Las colecciones

Llega Septiembre, y con la entrada del nuevo mes empieza la auténtica cuesta, que ríete tú de la de Enero. Se estima que cada familia gastará alrededor de 500€ en cada niño para la vuelta al cole, sin contar comedor, actividades extra escolares, transporte, ropa, etc, etc, etc. Ha este gasto, hay que sumarle el capricho de él o de ella, por coleccionar cosas, coleccionar piezas en 250 entregas para montar el camión Pegaso, para saber hacer ganchillo, para tener la moto de no sé quién en miniatura en 200 entregas, en saber dibujar mandalas, en 150 entregas, y así hasta el infinito y mucho más. Lo cruel y lo malo que tienen estas colecciones, son que se hacen interminables, y la mitad de las entregas se las traga el quiosquero y el montaje a la mitad, si es que con las entregas compradas, se llega a eso. Es la misma canción todos los años, y seguramente caerán casi los mismos en estas colecciones inútiles y sin ninguna utilidad la mayoría. Sí alguien termina alguna colección, las piezas logradas serán colocadas en cualquier armario o mesita de comedor para que luego al cabo de un tiempo él o ella lo tiren a la basura por inútil y por tener que limpiarle el polvo. Es la triste realidad, pero es así. Las editoriales deberían de pensar en los problemas reales de los ciudadanos a la hora de sacar las colecciones, en vez de pensar en cosas inútiles que irán a la basura. Por ejemplo, una colección de cómo pagar menos luz a las eléctricas ladronas, otra de cómo ahorrar cuando compras un libro, ya que muchos libros, cuestan un riñón y luego se quejan de que no se lee en este desdichado país, o sacar colecciones de libros a precios de piezas de camiones, por ejemplo. Son algunas ideas, pero seguro que los pensadores de estas editoriales tienen más ideas sobre colecciones que de verdad sean útiles, que sean aprovechadas por los ciudadanos. Adelante, que seguro que es así. Pero también cabe pensar, que colecciones útiles a los ciudadanos no son muy aconsejables, porque cuanto más se sabe, más cultura se tiene y más nos podemos enterar de cómo funciona la administración, se puede tener criterio propio y eso no interesa mucho a nadie, y menos al gobierno ni a las administraciones, porque eso supondría hacer frente a todas las injusticias de la administración y de rebote a otros lobbing empresariales, con las nefastas consecuencias que eso supondría. Y les puedo colocar un ejemplo. Imagínense por un momento que alguna editorial edita una colección de cómo ahorrar en la factura de la luz. Cuanto más sabe la ciudadanía sobre ese tema en concreto, menos beneficio obtendría la eléctrica ladrona que abastece el suministro, con lo cual no ingresarían el dinero que ellos pretenden, con lo cual piden ayuda al gobierno, con lo cual éste se baja los pantalones y tachín, tachín, un ministro de ese gobierno, se convertiría en futuro consejero delegado de esa eléctrica. Ese es el motivo de que no saquen colecciones útiles. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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