jueves, 31 de marzo de 2022

Créanselo

Lo que les voy a contar es real y además juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. Sólo les pido que no se lo tomen a risas. Pues allá va: Sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) y patronal se unen contra el alza de precios en una protesta en Palma. Sí queridos blogueros, sé que les cuesta creérselo, sé que es complicado ver a estos come marisco subvencionados salir a la calle a manifestarse, pero es la verdad y por eso mismo hay que celebrarlo, no por todo lo alto que sería lo ideal, sino por el hecho de verlos detrás de una pancarta, ya que no lo hacían desde que gobernaba Rajoy y en algún momento puntual (para echarse la foto) en estos años tan duros y tan mal gestionados por el gobierno que los unta. Pero la convocatoria quedó deslucida por la lluvia (vaya por dios, también es mala suerte), pero aun así reunió a más de 200 personas. La concentración, fue convocada por los sindicatos CCOO y UGT, y los participantes, que en su mayoría han acudido con banderas de los sindicatos, han recorrido las calles del centro de la capital balear para pedir soluciones ante esta subida "desbocada" de los precios. Pedía medidas para proteger a las personas más vulnerables que son las que hoy no pueden pagar la factura de la luz, el alquiler o el combustible. Necesitamos proteger nuestro tejido productivo y, por eso, los sectores más afectados, como el transporte o la agricultura, necesitan ayudas y medidas concretas, ha señalado un representante sindical, el cual podía junto a los sindicalistas de estos dos sindicatos y trabajadores, haber salido a la calle a apoyar a todos esos colectivos, y estar junto a ellos en esas convocatorias de paro que están haciendo, en vez de salir cuando les interesa a ellos para tomarse la foto de turno. Un sindicato está para eso, para defender los derechos de los trabajadores (DE TODOS ELLOS) y apoyarlos cuando hace falta. Pero no, los amiguitos de Yolanda Díaz, que es la que los unta, sólo salen cuando a ellos les viene bien y según qué convocatoria y según quién la convoque. Es triste, pero esta es la cruda realidad y es lo que vemos todos los españoles honrados y currantes, que sólo defienden a lo que ellos ven bien y lo que menos incomode a la mano que les da de comer, que no es otra mano que el gobierno. Escondidos como ratas durante todos los días de huelga de los transportistas, y ahora seguramente y cuando ya hay un acuerdo (sólo con una parte de ellos), aparecerán para la foto. Si es que ya los conocemos y sabemos cómo actúan. Credibilidad ninguna, operancia cero. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

miércoles, 30 de marzo de 2022

Montar una plataforma

El viernes de la semana pasada, se llegó a un acuerdo con los transportistas. Pero ojo, con los de ultraderecha no, sino que se hizo con una de las partes. El acuerdo, según veo por internet es el siguiente: uno, las ayudas del Ejecutivo al sector ascenderán a más de 1.050M de €, que según desglosa el Ministerio, más de 600M de € se destinarán a conceder una bonificación de 15 céntimos por litro de combustible a los profesionales de este colectivo, a lo que se sumarán otros 5 céntimos (como mínimo) aportados por las petroleras. Este punto, lo veo ya más negro, ya que el gobierno no puede o no debe intervenir en el mercado exigiendo que una empresa venda su producto a un precio u otro. Por eso la UE está ahí (aunque sólo sea para eso). Si logran que las petroleras hagan ese esfuerzo, el gobierno tendrá que estar vigilante para que esas mismas petroleras no repercutan esa aportación en alguna subida. En definitiva, que por cada litro de gasóleo que reposten los camioneros, de esos 20 céntimos se hacen cargo entre el Estado y las petroleras. Los cálculos del Gobierno apuntan a un ahorro mensual de unos 700€ por camión que funcione con gasóleo. Dos, además, también se concederán otros 450M de € en ayudas directas al sector tanto de transporte de mercancías como de viajeros procedentes de los presupuestos públicos: la cuantía será de 1.250€ por camión, 950€ por autobús, 500€ por furgoneta y 300€ por vehículo ligero (taxis, VTC y ambulancias). Me pregunto, ¿de dónde que partida quitaran el dinero para ponerla aquí en este acuerdo?¿de los 20.000M del ministerio de Igualdad?. Todo lo anterior está muy bien, pero cabe preguntarse qué va a hacer el gobierno con los que vamos en coche a trabajar todos los días, parte importante también de la sociedad, aunque no nos manifestemos en seamos rehenes de un gobierno que controla las nóminas y pueden subir el IRPF y todo lo que se le antoje cuando el ejecutivo quiera. Por supuesto no se dice nada de los agricultores con sus tractores, y otras máquinas para su funcionamiento, los cuales son también rehenes de este ejecutivo que va como una gallina sin cabeza. Por supuesto tampoco dice nada de los precios disparatados de la electricidad, el cual hace que suba todo y que repercute en todos los precios de todo. Pienso que todos los ciudadanos deberíamos de montar una plataforma de nombre Plataforma Nacional de los Atracados a Mano Armada y Que no Salimos a Hacer Nada, con nombre abreviado PNAMAQSHN, la cual debería hacer paradas por el alto precio de todo y por supuesto para exigir el ir a trabajar sin que nos cuesta el dinero, o dicho de otro modo, que cada vez que echamos gasolina, la estocada sea la menos posible. Pero esto en esta España deliciosa es impensable, porque mientras que los bares tengan cerveza, haya fútbol y lo más importante, haya colectivos y personas que salgan a luchar por esos derechos de los cuales nos beneficiamos luego todos, pues no se moverá un dedo. Es la triste historia de este país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

martes, 29 de marzo de 2022

La fiesta de Blas

La hemeroteca es muy mala, sobre todo para los que dicen tonterías o mentiras, y al cabo del tiempo, se les olvida lo que han dicho. Ya saben el dicho: la fiesta de Blas la pagamos los demás, y la jodienda no tiene enmienda. “El dinero público no es de nadie”, proclamaba hace unas décadas, la Sra. Carmen Calvo, entonces ministra, creo recordar que de cultura. Tas varias décadas estamos en lo mismo, aquí nadie ha aprendido nada. Evidentemente, es porque no les interesa. Aquí en mi pueblo (al igual que en otros tantos) la prioridad de quien lidera el partido más importante de la oposición (el mismo partido, que en muchas legislaturas ha gobernado el pueblo) es la de hacer ver a los vecinos, que el dinero que gasta nuestro ayuntamiento, en muchos casos, le llega desde la Diputación. Naturalmente, gobernada por su propio partido. Como ven, están a otra cosa. No dejan nuestros políticos, especialmente los de izquierda, los comunistas o social-demócratas, aunque en muchos casos, también los de “centro” e incluso, algunos que se auto-definen como liberal, de insistir y publicitar lo necesario y beneficioso qué son las empresas públicas y la administración pública en general. No seré yo quien lo desmienta. Sin embargo, cada vez que los políticos profesionales (dícese de aquellos, que jamás han trabajado al margen de lo Público, que jamás han pagado una nómina, o que jamás han creado nada desde sus propios recursos), se expresan en este sentido, jamás hablan de eficiencia en el servicio, jamás hablan de fiscalizar ese dinero que con anterioridad han extraído del bolsillo del ciudadano, y que es quien paga todas las fiestas de Blas de estos mismos señores. No quieren enterarse, no les interesa. Como muestra muy gráfica, tenemos la ampliación del trenecito en Sevilla capital, que no resuelve nada, y en la que se van a gastar muchos millones de euros de dinero público. Dejando una vez más en pendientes, verdaderas prioridades como son, la ampliación del metro, o el cierre de la SE-40, entre otras. Nadie estaría en contra, ni siquiera el más liberal, de que cualquier servicio de primera necesidad, fuera público, pero eso sí, cuando se sustente sobre la eficiencia, y cuando realmente se fiscalizará hasta el último céntimo que allí se gasta. La experiencia que tenemos en España y en el actual régimen, es que no se fiscaliza nada que sea público. De lo único que entienden, los que hacen los presupuestos, es de aumentar el gasto. Jamás les preocupa saber, si ese gasto realizado, ha cumplido el objetivo. Si al final, no lo cumple, siempre llegan a la misma conclusión. No se ha gastado lo suficiente. La solución: aumentar el gasto. Para ellos “el mayor gasto garantiza la eficiencia” sin más. Eso sí, obviando naturalmente que ese aumento de gasto, siempre conlleva aumento en la recaudación de impuestos, y por lo tanto más empobrecimiento para el sector privado, y por lo tanto menor competitividad para el posible crecimiento y desarrollo. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

lunes, 28 de marzo de 2022

Tan generosa

En España, o como se llame esta descojonación de Espronceda en la que habitamos, la cultura, la memoria y la vergüenza torera siempre fueron los primeros rehenes a ejecutar por parte de los golfos, los fanáticos, los idiotas y los indiferentes. Las prioridades (léase clase política y su propio estado del bienestar) son las prioridades. Y partiendo de la reflexión anterior, resulta que la clase política española ha hecho posible que España sea la peor madre para sus hijos, la peor patria para sus ciudadanos, y la peor gestora para solucionar lo que tenemos encima. Esta España que tan generosamente se porta con los hijos de George Soros, esos que de forma violenta se saltan las vallas en la ciudades españolas de África, y que en muchos casos lesionan, incluso gravemente a asalariados españoles de uniforme, que están allí defendiendo un triste jornal, de qué forma más canalla, se comporta con sus propios hijos, esos que nacieron a mediados del pasado siglo y que tuvieron una infancia de hambre y miseria, fruto de la posguerra de aquellos momentos, los mismos que treinta años después hicieron de España, la séptima potencia económica del mundo. Hoy ha venido a verme un buen amigo, no lo ha hecho antes porque le daba vergüenza. Ha venido para que le redactara su currículum vitae, para buscar trabajo, con sesenta y tres años. Porque, después de cuarenta y siete años cotizados como autónomo, y haber tenido que cerrar su pequeña tienda, no tiene el más mínimo derecho a ninguna prestación de nuestra Seguridad Social (no tengo muy claro por qué digo nuestra, cuando en el mejor de los casos es, de ellos). Una tienda que ha tenido que cerrar, víctima del asedio de las grandes multinacionales de su sector, esas que sólo reciben ventajas, subvenciones y el trato más favorable desde la administración pública. Tenemos una Seguridad Social, que tiene paguitas para cualquier persona, siempre que no sea hombre, heterosexual o autónomo. Por el contrario, todo tipo de facilidades, si es mujer, extranjero o cualquier tipo de asalariado. La misma administración pública, que no deja de castigar y penalizar a los verdaderos héroes españoles, y qué son los autónomos, los que de verdad han traído a España, a lo que es hoy, y no esas multinacionales que solo han venido, allende nuestras fronteras, a robar el fruto que aquellos consiguieron con sangre sudor y lágrimas. Esta es la clase política que tenemos hoy en España. Compuesta por todos los partidos políticos, todos han participado en mayor o menor grado, para llegar a la actual situación. Estaré encantado de tener que rectificar, llegado el motivo. En definitiva, gente que se comporta como solo lo hacen los hijos de una muy mala Madre. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

viernes, 25 de marzo de 2022

Hay días

Hay días en los que tras ver la tele, mirar los periódicos o escuchar la radio, cualquiera que pueda hacerlo, se pregunta qué hace aquí en vez de estar viviendo en otro sitio diferente, distinto o por lo menos que no ocurran ciertas cosas que pueden joder a los ciudadanos y los currantes de ese país. Hay días también en los que tras ver la tele, mirar los periódicos o escuchar la radio, y ver, oír y leer a estos dirigentes desde los sillones de sus chiringuitos, cualquiera que pueda hacerlo, se pregunta qué hace aquí en vez de estar viviendo en otro sitio o por lo menos se pregunta que hemos hecho los españoles para mantener y aguantar a estos personajes y a sus chiringuitos subvencionados, a cambio de comer langostinos y ser los pagafantas del gobierno de turno. Hay días también en los que tras ver la tele, mirar los periódicos o escuchar la radio, y ver, oír y leer lo que el gobierno está intentando hacer, que no es otra cosa que subir otra vez los impuestos a los de siempre, cualquiera que pueda hacerlo, se pregunta qué hace aquí en vez de estar viviendo en otro sitio diferente, distinto o por lo menos que no suframos la mala gestión de su propio gobierno, el cual nos va a llevar a la ruina más absoluta. Y aquí, en este punto y si me permiten la discreta chulería, encendí el ordenata portátil y consulté, goteante el colmillo ese comentario que vi sobre la subida de los impuestos que tiene en mente el gobierno este que tenemos. Pero la sorpresa fue mayúscula al encontrarme con que los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), están en contra de una rebaja de los impuestos para contener los precios: "Sería una trampa" (sobre todo para ellos, que verían rebajadas sus subvenciones cuantiosamente, o no), rematan su actuación. Y por otro lado, los mismos sindicatos que son CCOO y UGT han convocado manifestaciones para pedir al Gobierno medidas para frenar la escalada de precios de la electricidad, aunque rechazan una baja generalizada de impuestos. Toma del frasco, Carrasco. Bajo el lema "Contener los precios, proteger el empleo, frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida" (JAJAJAJAJA, perdonen que me ría), las movilizaciones se llevarán a cabo mediante concentraciones en todas las empresas del país por la mañana y manifestaciones en el centro de las ciudades por la tarde. Esto es lo que tenemos, que no lo que nos merecemos. Pero es lo que hay Maikel Naig, vividores sin más, pagafantas de pleno derecho, cortabolsas a tutti plen, y lo peor de todo, sindicalistas gobernados y dirigidos por las manos que los untan para permanecer callados y con la cabeza baja. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

jueves, 24 de marzo de 2022

De todo lo logo

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo, y hoy no iba a ser una excepción. Muchas veces les he dicho que ver la tele es un peligro, ya que muchas veces salen cosas que te crees sin cuestionártelas hasta que llega alguien o algunos y empiezan a abrirte los ojos. Y les voy a poner un ejemplo del cual seguro han oído hablar, pero que han pasado por alto por el motivo que sea. Existe una persona, que es vulcanólogo, que es sexólogo, que es covidlórogo, que es contertulianólogo, que es girasólogo, que es camionerológo, que es teniente coronel del ejército de tierra, que es médico de urgencias en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, que es experto en geopolítica y conflictos bélicos (estos tres oficios no acaban en logo, pero también sabe hacerlos), que es virólogo, que es cagandólogo, que es ultraderechólogo, que es progresistólogo, es decir, todo lo que termine en logo, este hombre lo sabe hacer. Y lo peor de todo no es que salga en la tele, no, no, lo peor de todo es que sale en la Sexta haciendo como que sabe de todo lo que termine en logo, sea lo que sea y eso es lo triste. Este hombre tan completo es Cesar Carballo, el que entiende de todo lo que acabe en logo. Lleva tiempo ese hombre inculcándonos desde la Sexta (y de algún otro medio) todo su saber, sin darnos cuenta que sabe de todo, y así lo demuestra una persona que ha visto algo raro, y esa rareza lo ha publicado en un vídeo que circula por la red, en el cual se ve debajo justo de su nombre, todo lo que sabe o de todo lo que entiende, aunque luego a lo mejor no sea así. Puede ser que de verdad sepa de todo lo que acabe en logo y de alguna cosa más que no acaban así, pero opinar opina. Ya lo dijo alguien famoso, “las opiniones son como los culos, que cada uno tiene el suyo” y lo de este hombre no deja de ser una opinión personal suya, sepa o no sepa de lo que está hablando. Pero esas opiniones, son para comentarlas en el bar con los amiguetes mientras te aclaras el gaznate viendo cualquier cosa en la tele y de la cual se puede opinar. Pero otra cosa muy distinta es sacar a esta persona en una tele como la Sexta (que ya dice mucho de ella, o sea de la manipulación) y que opine de todo como si fuera un reputado informador sobre el tema del cual se está hablando. Y este es el problema de las televisiones (a parte de la manipulación ideológica a la que se encuentran sometidas), que tienen que informar con seriedad, y no lo hacen o por lo menos yo creo que no lo hacen, viendo al César Carballo todos los días con un oficio diferente (ojo, marcado debajo de su nombre en la tele) y opinando de todo. Pero ya saben en qué país viven y como son las cosas de peculiares en esta España deliciosóloga (para las feministas). España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

miércoles, 23 de marzo de 2022

La culpa fascista

Supongo que lo que les voy a contar ahora, también es culpa de la ultraderecha fascista y peligrosa que tenemos pululando por este país de pacotilla y que tanto daño está haciendo al país. No como el gobierno progre que tenemos, que lo hace todo genial, todo perfecto, y así va el país y así nos van las cosas, con todo más caro, con la inflación disparada y con la energía tocando casi todos los días los máximos del día anterior. Por eso, que el Gobierno apruebe una subida del 18,33% en las subvenciones a los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía tenemos a estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), es culpa de la ultraderecha, o como mínimo, la ultraderecha está detrás de esta nueva subida de las subvenciones. Y es que, este Consejo de Ministros tan guay, tan perfecto en todo lo que hace, dio luz verde el martes a la subida que les he comentado antes en las subvenciones que concede anualmente a los sindicatos, que pasan de 13.883.890€ a 17.000.000€. Esta cantidad supera ya a la que el Gobierno concedía antes de la última crisis económica, cuando el montante llegó a rozar los 15.800.000€. Una cantidad nada despreciable, viendo como se lo curran estos sindicatos vendidos, pagafantas, puteros y lameculos del gobierno, que sólo están para vivir y olvidarse de los trabajadores a los que dicen defender, pero que cuando hacen falta, te cobran hasta por consultarles. Toda esa cantidad, es sin contar los miles de euros dados para reformar sus sedes. El gobierno los tiene sodomizados con tanta subvención. Este nuevo aumento se produce meses después de que los principales sindicatos sellaran un acuerdo con el Gobierno para la reforma laboral (suscrito también por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales CEOE) y sólo días después de que Pedro Sánchez pidiera desde el Congreso de los Diputados un gran acuerdo de rentas a organizaciones sindicales y patronal para logar estabilidad y confianza y evitar caer en una espiral de inflación que ponga en riesgo la recuperación. Con las subidas acordadas en los dos últimos años, el Gobierno de coalición destina a sufragar la actividad sindical más fondos de los que se dedicaban a este fin cuando Mariano Rajoy llegó a La Moncloa a finales de 2011: 15.798.500€. Fue la cuantía que se había acordado en 2008, incrementándose en 309.770€ respecto al montante repartido en 2007 (15.488.730€). Todo lo aquí expuesto son datos que se pueden verificar, igual que se puede verificar la golfería de estos sindicatos, igual que se puede comprobar que son unos vividores e igual que se puede comprobar que comen marisco hasta por los ojos. Pero oiga señora, de todo lo anterior tiene la culpa la ultraderecha fascista que tenemos en este país de desgraciados. Sino estuviera esa ultraderecha, nada de lo anterior hubiese sucedido, eso ténganlo por seguro. Qué país por dios. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

martes, 22 de marzo de 2022

Aún sentados

A pesar de todo lo que está cayendo, nuestro insufrible presidente del gobierno sigue siendo esa persona tan interesante (y votado, ojo) entre todos los moñas que hacen política en España. Un cínico sin escrúpulos, sin honor, capaz de robarle las herraduras a un caballo al galope. Y de esa forma, asisto fascinado a su (nuestra) carrera hacia el abismo. Y una vez más lo vuelve hacer, y Sánchez vuelve a mostrar su absoluta desvergüenza, esta vez con los transportistas. Que el tipo que tenemos en el gobierno es lo peor, como persona y como político, es algo que cada día que pasa nos queda a todos más claro, sabiéndolo desde el primer día en el que pisó la Moncloa. Pero el extremo al que está llegando, tanto él como su gobierno, desde que se convocó la más que justificada huelga de transportes es ya absolutamente indecente. Y es que, el gobierno de la gente, en lugar de dar soluciones a personas que se están jugando el pan de sus hijos, les descalifican y les insultan. Que si extrema derecha, que si fascistas, delincuentes y mil cosas más. Y no solo eso, han movilizado a decenas de miles de policías para que parezca que es gente violenta, sin serlo. Un claro ejemplo es este, en el cual se ve cómo los camioneros piden explicaciones a la Guardia Civil por su comportamiento, ya que no han hecho nada y les acosan con los antidisturbios. Y además de insultarles y acusarles de algo que no han hecho, de ser violentos, ni siquiera se dignan a escuchar sus reivindicaciones. Y eso en lo que respecta al gobierno, sindicatos y patronales regadas con dinero público están demostrando ser, tan solo, otros sicarios del gobierno. Pero después está lo de Sánchez, que ni conoce la decencia, ni la conocerá en su vida. En unas declaraciones asquerosas, va el tipo y, haciendo como que entiende a los huelguistas, lanza la puya de que están actuando en algunas ocasiones de forma violenta. A lo mejor el presimiente piensa que todos hemos nacido ayer y que no sabemos lo que pretende, que no es otra cosa que lanzar ese mensaje para que cale en una sociedad grafenada que cada vez tiene menos sentido común y criterio propio. Un desastre lo que hay. Pero, yo no sufro lo que llevo vivido, sino lo que me queda por vivir, y la verdad que me hecho a temblar viendo el panorama que se avecina de levantamiento social, de mal ambiente y todo producido o provocado o por no saber gestionar nada de lo que ocurre, por parte del gobierno de la gente, este gobierno que venía a solucionarlo todo, a sentar a los accionistas de las eléctricas para ponerles las cosas claras, y todo lo que sabemos que han dicho y que no han cumplido, pero que aún siguen sentados en su sillón. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

lunes, 21 de marzo de 2022

Palabrejas

Desde que tengo memoria, que es mucho decir, tengo recuerdos de ver finiquitar intercambios de pareceres o emisión de opiniones mediante las palabras mágicas “fascista”, “ultraderecha”, “facha”, o “extrema derecha”, que brotaban cuales resortes puntiagudos en cuanto alguien decía determinadas cosas o replicaba a ciertas otras argumentadamente. Como la llamada transición me pilló apenas empezada la EGB aún tuve el privilegio de conocer efímeramente tiempos de respeto (y de cierto temor residual) en los que personas educadas y civilizadas exponían sus opiniones en debates televisivos o en cualquier otro ambiente. Pero eso no duró mucho. Apenas empezados los años ochenta con la tranquilidad de que si el dictador no se había movido del Valle era poco probable que lo hiciera ya, las palabras mágicas irrumpieron en la sociedad para ir placando conversaciones e informaciones de forma agria y limitar el flujo de ideas. El fenómeno empezó a acelerarse llamativamente, de tal modo que siendo adolescente en los años ochenta y sintiéndome totalmente apolítica (ni mis padres ni mis profesores hablaban jamás de política y por eso no tenía ningún tipo de influencia) me producía perplejidad ver a otros adolescentes contestatarios escupir esa palabra cada dos por tres, con una ira que me resultaba incomprensible dado que no se trataba de personas que pasasen ningún tipo de penuria ni hubiesen vivido en dictadura, por generación. Para mí que alguien llamase a alguien facha era tan anacrónico e improcedente como si lo hubiese llamado carlista, o napoleónico, o almogávar. Historia. Arqueología. Un anacronismo. Como única explicación racional supuse que lo mamaban en casa, o que se empapaban de ese lenguaje y esas fobias caducas en algún tipo de asociación juvenil de esas que pegaban carteles de estética roja y negra con puños (siempre puños), rostros desencajados y cosas del estilo. Algo así como una tribu urbana de tantas, una moda cualquiera. Aunque comprendí muy pronto que el uso y el tono de las palabrejas era una estrategia psicológica y no algo sustancial, no ha sido hasta tiempos más recientes cuando he sabido que la receta de llamar fascista a todo lo que se menee fuera del comunismo viene del mismo Stalin: “El fascismo es la organización de lucha de la burguesía que cuenta con el apoyo activo de la socialdemocracia. La socialdemocracia es objetivamente el ala moderada del fascismo”, dijo en un congreso del partido. No sólo prácticamente todo, incluida la socialdemocracia, quedaba categorizado como “fascismo”, sino que en ese y otros congresos se conminaba a los miembros y simpatizantes a espetar agresivamente esa palabra, así como nazi, para ofender, confundir y estigmatizar al disidente, replicante o mero opinante, y descabalgarlo de cualquier opción de opinar y mucho menos actuar. Desde entonces andan con el piloto automático puesto y en los últimos años ese zafio uso político-social no ha hecho sino intensificarse. E incluso ampliarse. Es una pena, pero así de simple es y son lo que utilizan palabrejas. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

viernes, 11 de marzo de 2022

Partiendo

Si ya de por sí el bigobierno que tenemos y nos gobierna estaba fragmentado o partido por varios asuntos en los cuales las ideas y las formas de aplicarlas, ahora con la guerra de Ucrania, la cosa se va a partir, aunque no del todo, porque de algo tienen vivir la Belarra, la Montero y toda la gente podemita que trinca de los impuestos de los españoles. Leo un titular en un periódico de tirada nacional, que dice mucho de lo que les hablo. Éste dice así: “El envío de armas a Ucrania parte a Unidas Podemos ¿dónde está cada uno?”. Creo que define con bastante lucidez lo que está pasando en el seno del ejecutivo y en el partido podemita. No se puede tener a un moñas como Alberto Garzón, que de siempre ha dicho por activa y por pasiva el no la OTAN, y todavía a día de hoy lo sigue diciendo aunque pertenezca al gobierno este de risa que tenemos, y por otro lado, mandar armas a través de la OTAN por parte del gobierno español, para que los ucranianos se defiendan. Aunque esta vez, Alberto Garzón, la vicepresidenta Díaz, y los comunes de Ada Colau apoyan a Sánchez tras su decisión de enviar armas. Mientras Belarra, Montero, Echenique e Iglesias califican la medida como "un error" que contribuye a la escalada bélica. Y es aquí en este punto, donde las diferencias se exhiben en pleno proceso de Yolanda Díaz para armar su proyecto político de cara al nuevo ciclo electoral. Aunque algunos trasladan que se trata de una cuestión de diferentes matices y sensibilidades en un tema tan delicado como una guerra, pero para otros ha empezado claramente una batalla por el poder y el liderazgo en Unidas Podemos. Díaz está en pleno proceso para armar su proyecto político de cara al próximo ciclo electoral, como ya he comentado anteriormente, y la vicepresidenta y ministra de Trabajo no forma parte del partido morado, pero es el cargo institucional más importante y lidera la coalición. La guerra en Ucrania ha hecho aflorar las tensiones entre todos los sectores. Unos cargos que tienen por delante la tarea de reconfigurar su espacio para afrontar su futuro en la política española. Todo empezó cuando Sánchez pronunció la frase: “España entregará a la resistencia ucraniana material militar ofensivo”. Los socialistas aplaudieron, los morados no. Este es el repaso de las posiciones de cada uno tras el anuncio. Y es a partir de ahí, donde los problemas crecen, donde se ven las grandes diferencias ya no dentro del ejecutivo, sino del partido que está en coalición con los sociatas y que forman parte del ejecutivo, y de ahí también surge que España no pinte nada dentro del panorama internacional, ni que se cuente con nuestro país para tomar las decisiones oportunas, ya que ningún mandatario con dos dedos de frente, cogerá a este gobierno de moñas en el cual sólo saben tirarse mierda unos a otros y tener posturas diferentes ante problemas comunes. Es todo muy simple, y así lo hacen ver los mandatarios extranjeros. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:
 
Bookmark and Share

jueves, 10 de marzo de 2022

Maquillándose

Tengo muchos defectos, pero uno de ellos me hace muchísimas veces desconectar. Este defecto es leer, y además los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos aprendes, te educas, viajas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil. A ver quién da más por menos. Y también sirven para tener a raya muchas cosas malas, fantasmas, soledades y mierdas así. A veces me pregunto cómo conseguís montároslo los que no leéis. Pero muchas veces el leer (sobre todo periódicos y panfletos periodísticos, cada vez más abundantes por desgracia) me hace sentir vergüenza ajena, sentirme mal incluso viendo lo que nuestros asquerosos políticos hacen con un dinero que no es suyo y que malgastan en sus cosas en vez de solucionar problemas de verdad, de los que afectan a las personas. Y esto fue lo que me pasó cuando me encontré en un periódico de tirada nacional esta noticia que me dejo patidefua, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. La noticia decía así: “30.346,80 € gastará Moncloa en 119 sesiones de maquillaje en 2022”. Toma del frasco, Carrasco. Pero al seguir indagando en la noticia (porque a mí me gusta saber en qué se gasta el ejecutivo el 18% de IRPF que me soplan de la nómina), encontré que el contrato prevé la realización de 106 sesiones de imagen en Madrid a 230€ (ojo al dato) cada una y 13 fuera de la comunidad a 460€ (ojo al dato) la sesión. Pero no se vayan todavía que aún hay más. Este año 2022 el contrato de maquillaje se ha elevado en 10.000 € respecto al de la anualidad 2021. Y es que Pedro Sánchez tiene muchas necesidades de maquillaje, al igual que el resto de sus ministros, he imagino que para tapar todas sus mentiras que no son pocas, ya que este presidente insufrible que tenemos, es un pistolero sin escrúpulos que ha hecho del cinismo un arma política y la maneja con envidiable desvergüenza. Torea por ambos pitones a amigos ruines y a enemigos torpes. Aprende rápido, y creo que va a durar. El problema, es que todo ese gasto lo saca de exprimir a los ciudadanos a los cuales debe de facilitar la vida, en vez de complicársela. Pero como estamos viendo por desgracia, él va a lo suyo, a lo que le conviene en cada momento, y como decía aquel tipo de cuyo nombre no me acuerdo: “ande yo caliente, y ríase la gente”, aunque en este caso, es él el que se ríe de todos nosotros sin contemplaciones y sin escrúpulos. Y ahí sigue, vivito y coleando, gobernado para amiguetes y cortabolsas que les baila el agua porque él decide que sea así. El problema es el de siempre y los sufrimos los de siempre. Espero que esas sesiones de maquillaje maquillen la cruda realidad en algo más bonito para los ciudadanos, aunque luego la cruda realidad sea la que es, que no es otra que pasar penurias, aguantar como se pueda y como nos dejen estos miserables gobernantes que tenemos maquillándose. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:
   
Bookmark and Share

miércoles, 9 de marzo de 2022

Atocha

A veces los leo, los oigo y los veo y pienso: estos conocen drogas mejores que nosotros. Me refiero a nuestra chusma política a la cual tenemos que aguantar y mantener con nuestros impuestos, aunque no votes, o simplemente votes pero luego tu voto no sirva para nada ya que luego gobierna otro diferente al que ha ganado ayudado por unos piltrafas que aman el poder tanto como el que quiere gobernar, y gracias al sistema de elección de escaños que tenemos en este desgraciado país. Son políticos mediocres sin preparación ni sentido del ridículo. Analfabetos a los que el azar, el esperpento de un país asombroso como es España, sitúan en pestos que les permiten tomar decisiones tan limitadas, tan miserables como su propia altura, y buscan problemas donde no los hay. Ya lo dijo alguien, de cuyo nombre no me acuerdo ni tengo ganas de levantarme a mirarlo: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”. Este es el nivel. Y como siempre, les voy a poner un ejemplo clásico y reciente. Resulta, que el gobierno a través del ministerio de Fomento, quiere añadirle el nombre de mujeres a las estaciones de tren. Parecido a como han hecho con los aeropuertos, como el de Madrid Barajas Adolfo Suarez, aunque luego, nadie se acuerde del nombre de la persona añadida. Pues bien, la estación de Atocha, pasara a llamarse estación de Atocha Almudena Grandes. Me parece una iniciativa estupenda, el añadir el nombre de esta gran escritora al nombre de esta estación. Pues bien, ese el punto en el cual surge otro problema político, ya que la presidenta de la Comunidad de Madrid, dice que el nombre de Atocha es por la virgen, y ya de por sí, una virgen es una mujer……¿ven por donde va el problema?. Pero la dirigente regional se equivoca ya que la estación no recibe el nombre por ninguna Virgen, sino por su ubicación. Es cierto que hay una virgen que se llama así y la basílica está muy cerca de la estación pero la palabra Atocha no designa por defecto a una virgen. Atocha es el nombre vulgar del esparto que viene del mozárabe de la palabra 'toucha', que es como ellos lo llamaban, y el sitio donde se cultivaba o donde crece se llama atochar o atochal, que es donde ahora está la estación antes crecía la planta del esparto. Por lo que recibió ese nombre de 'Puerta de Atocha' porque por allí además, pasaban los carros llenos de esparto que iban camino de La Mancha, Alicante y otras tierras que tenían esparto con el que los artesanos hacían alfombras, cestas, persianas, etc. Este es el nivel que tiene nuestra chusma. Encima que busca un problema, no sabe ni la procedencia del nombre de la estación. Sino lo veo, no lo creo. Y estos son los que gobiernan. Vaya tela. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 
 
Compártelo:

Bookmark and Share

martes, 8 de marzo de 2022

Otro salto más

Lo acaecido esta semana en Melilla desgraciadamente otra vez es histórico. El ministro Marlaska de nuevo se ha encontrado en esa posición equidistante en la que se mueve como pez en el agua, entre la defensa a ultranza de los derechos humanos posicionándose de manera hipócrita desde el cargo que ostenta como defensor del cometido de las FFCCSE y el estricto cumplimiento de la Ley. A primera vista parece obvio por las quejas de los sindicatos policiales, que el Gobierno siempre coloca primero encima de la mesa el bienestar de los delincuentes que asaltan la frontera, considerándolos las víctimas del conflicto. Es rigurosamente cierto que los asaltantes de la valla son los parias del mundo y que desde el principio de los tiempos han sido manipulados por intereses espurios, pero eso no es óbice para que nuestros corazones se derritan ante los discursos compasivos del Gobierno, que siempre dictaminan la defensa de la injusticia como parte de su ideario adueñándose de la defensa de la misma. La frontera de un país es sagrada pues delimita nuestra soberanía como país y pueblo. Es inconcebible que no se invierta lo que sea necesario para corregir de una vez esta flagrante y continua vulneración. Estoy absolutamente convencido que la inmensa mayoría de la población vería con buenos ojos que no pasara ni uno si se dispusiera de los medios adecuados. No puede ser que los sindicatos policiales sean ninguneados continuamente mientras los de masas (UGT y CCOO), son hinchados e inflados anormalmente a mansalva con fondos públicos para que se dediquen entre otras cosas a blanquear a los terroristas de la ETA, a los golpistas catalanes y por supuesto: a robar a los parados, como así ha sido sentenciado en Andalucía, y actualmente está siendo investigado en Madrid y Asturias. Los policías y guardias civiles están pidiendo ayuda de forma incesante a los políticos y a la sociedad en general de manera desesperada. Son quienes salvaguardan nuestra seguridad y aunque en lo peor de la pandemia fueron cuestionados por algunas extralimitaciones, y por formar parte del aparato político, hay que diferenciar entre las bases y sus altos mandos elegidos políticamente. No hablamos del control de las calles buscando a personas sin mascarillas o paseantes de mascotas; hablamos de profesionales sin los medios adecuados para parar la avalancha de parias, que desde África nos entran sin permiso usados como medida de presión para extorsionar a nuestro Gobierno y desestabilizar el país. Es público que el pasado día 01 de marzo la zona del vallado por el que han entrado los subsaharianos, fue avistado un alto mando militar marroquí (seguramente supervisando el terreno), pues en esa zona la valla está en obras ya que está siendo reformada ya que desde su última reforma en 1994 se encontraba en una situación muy vulnerable estratégicamente. Casualmente al día siguiente las hordas africanas perpetraron su ataque por lo que se confirma con total seguridad que con esta acción, el Gobierno marroquí vuelve a dar públicamente otra muestra de la debilidad del actual Gobierno español, mostrándole al mundo quien controla la situación en el estrecho, más aun después de haber cerrado a España el oleoducto que llega desde Argelia. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:
 
Bookmark and Share

lunes, 7 de marzo de 2022

Más problemas

Estamos saliendo de una de las peores pandemias que ha sufrido la humanidad, no sólo ya por la cantidad de muertes que ha conllevado, sino por los daños colaterales que ella ha traído, que han sido una tremenda crisis económica, ya que al estar confinados, al estar con la movilidad reducida ha provocado que el consumo se redujera, y por lo tanto ha provocado que la economía no bajara mucho. Ahora, y una vez que estábamos levantando cabeza, llega Putin e invade Ucrania. La OTAN no quiere meterse, y lo único que se les ocurre a los miembros de la UE y del resto del mundo es sancionar económicamente a Rusia con sanciones muy serias. Pero no sólo la UE, sino también grandes multinacionales se ha retirado o han suspendido sus ventas en ese país, como Ikea, Cortefiel, Inditex, petroleras, visa, etc, etc. Pero estas sanciones o suspensiones de actividad, tiene también un efecto recíproco hacia las economías del resto de países, ya que Rusia tiene gas, tiene petróleo, y muchos rusos son empresarios que tienen intereses en supermercados, en equipos de futbol, tienen grandes fortunas que gastar en turismo de alta gama y que harán que muchas economías se resientan, aunque parezca que no es así, pero será. Y el FMI avisa de que la guerra en Ucrania tendrá "un grave impacto" en la economía mundial. El Fondo Monetario Internacional ha alertado de un aumento de los precios de la energía y de las materias primas. Si el conflicto se intensifica, el daño económico sería aún más devastador y es ahí donde de verdad se verán las sanciones, que no sólo serán para los rusos. Pero también como siempre pasa, los que sufrirán estas sanciones será la ciudadanía, las personas que trabajan para esas multinacionales que ahora han suspendido sus actividades en ese país gracias a la ambición de Putin, ya que él vivirá como dios, rodeado de lujos y de riqueza mientras su pueblo se hunde y se ahoga por una economía paralizada por las sanciones. Ésta es la auténtica guerra, estos son los auténticos sufridores, estos son los que de verdad van a sufrir las consecuencias y estos serán los que no podrán salir a manifestarse ya que la ley de Putin hace que se detengan a las personas que salgan a la calle para pedir libertad y pedir sus derechos. Pero a Putin, como todo buen autoritario, todo eso le dará igual, ya que está ciego de poder y está cegado por ser el Hitler del S.XXI y que por ahora se siente así. Por lo tanto, los problemas crecen y ahora se verá que gobierno hay en la UE y en España para gestionar lo que se avecina sin subir impuestos, si asfixiar a los ciudadanos y sin tocar el modo de vida en el cual vivimos. Ahora es el tiempo de los mandatarios que tenemos, les toca demostrar de que pasta están hechos, aunque aquí en este país en el cual vivo, por lástima se lo que hay, y la verdad que no pinta nada bien, pero nada bien. Ahora toca disfrutar de lo votado. A ver qué tal. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

viernes, 4 de marzo de 2022

Que vayan ellos

Hace unas semanas, cuando ya sonaban tambores de guerra, leí en un artículo titulado “Españistan en la OTAN” el sinsentido de pertenecer a esa organización que no sirve para nada, la cual mucho nos pide y nada nos ofrece. El chulo del club ya ha dicho que, ni borracho, mandará tropas a Ucrania. Claro, lo que no nos dice es que esta guerra la urdió EEUU, no para meterse ellos, sino para destruir Europa. Europa y Rusia son rivales económicos de EEUU, y ¿qué mejor que enzarzarlos a todos? A río revuelto, ganancia de pescadores. Y nuestro monigote particular, al que nadie hace caso, con el que nadie cuenta para nada que no sea reírse de él y con él, de nombre ZPedro que además de todo lo anterior es muy obediente, se pone manos a la obra, y ahí sale la portavoz del Desgobierno a ofrecer nuestras tropas a la OTAN, para que hagan lo que no van a hacer los yanquis. ¿Y qué hace la oposición? Pues lo de siempre. Iguala la apuesta y la sube, como con las restricciones de la pandemia, demostrando a los más ingenuos que son el mismo perro con distinto collar (cada vez menos distinto, como estamos viendo). Pero ¡almas de cántaro!, ¿qué van a hacer nuestros guripas en ese avispero?. Pues lo que ya lo están haciendo: el ridículo. Los transportes acorazados M-113, en los que llevamos morteros para asustar a los rusos desde Letonia, para quien no lo sepa, son de la guerra del Vietnam. Sólo son respetables por su ancianidad. Esto es lo que ofrece Españistan para enfrentarse a los incontestables medios de guerra atómica y electrónica de Rusia, que ya hace tiempo demostraron que inutilizan las tecnologías más avanzadas. Nuestros barcos y aviones, frente a estas armas, quedan absolutamente indefensos. Lo mejor que podemos hacer es mirar para otro lado, y que el yanqui resuelva los problemas que él mismo causó, poniendo un títere suyo en Ucrania en 2014, en cuyas corruptelas, por cierto, está muy mezclado Hunter Bien, el hijo del chulo. Para quitarnos esas nefastas aficiones a las batallitas, recordemos lo que decía un profesional de la guerra, como Arthur Wesley, Duque de Wellington: “salvo una batalla perdida, no hay nada tan triste como una batalla ganada”. Por eso, si nuestro gobierno y su leal oposición quieren jugar a las batallas perdidas ¡que vayan ellos! Y que nos dejen vivir en paz. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

jueves, 3 de marzo de 2022

Doble vara

Lo de Ucrania es lamentable, bochornoso y perjudicial para la economía, tanto europea como la nuestra. Pero lo que es más lamentable, es el silencio de estos actoruchos de pacotilla, de subvencionados dedicados a la cultura, de directores mediocres, de humoristas que se meten en todo lo que no sea humor, en un gremio que utiliza o utilizaba la gala de los Goya para arremeter contra un gobierno por mandar tropas a la guerra, y que ahora callan (si han dicho algo, ruego me perdonen mi ignorancia, pero no lo que pienso de ese gremio en general) ante esta guerra en la cual España, ha mandado barcos, aviones y efectivos para proteger las fronteras de los países vecinos de Ucrania, porque la OTAN lo ha pedido, o peor aún, el imperialista país EEUU. ¿Dónde están?, me pregunto, igual que se preguntan muchas personas en las redes sociales. Dónde está Bardem, dónde está Almodóvar, donde esta ZP, donde están los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) que antes enarbolaban la bandera con el “NO A LA GUERRA” y que ahora, con esta guerra, no hacen nada (bueno eso en ellos es normal, dicho sea de paso), donde están todos los progres que antes partieron la pana con manifestaciones y que ahora no asoman el hocico por ninguna concentración de ucraniano. No quiero pensar que no lo hace porque ahora el gobierno es de su color, pero tengo que reconocer que es por eso, ya que este gobierno, o mejor dicho este bigobierno, condena, pero no muy fuerte lo que está pasando en Ucrania, ya que Rusia es rojilla igual que lo son esta mitad del bigobierno español. Muchas de las cosas que han pasado y están pasando en España, ya tendrían su réplica en las calles si el color político fuera otro, y se ha vio en su momento. Puede ser que la guerra de antes no sea igual que la de ahora, pero una guerra es una guerra y ahí hay poco que diferenciar, a no ser que el color político de quién gobierna sea un aliciente para salir a protestar o no salir a hacerlo. Pero ya les digo, puede ser que alguno de estos mediocres personajes del gremio de la cultura en España haya levantado la voz diciendo NO A LA GUERRA, pero a fecha de hoy, yo no he visto a nadie. En ningún medio de comunicación fehaciente, he visto que alguien haya salido, no he visto ni la menor mención a estos culturetas de tres al cuarto, ninguno ha colocado ningún titular al respecto, como ocurrió con la guerra de Irak, y de eso hay hemeroteca y se puede tirar de ella, para así refrescar la memoria. No hay muchas similitudes entre una guerra y otra, pero es una GUERRA con todas las letras, sea del color que sea y gobierne quien gobierne. La doble vara de medir de estos culturetas subvencionados, igual que de muchos políticos españoles. Acuérdense cuando vayan al cine. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

miércoles, 2 de marzo de 2022

Dudo que pase

Éstas cosas no creo que pasen en los países de nuestro entorno. Esos países de los cuales se llenan la boca nuestra pagafantas particulares cuando la música suena a su favor (entiéndase subida de impuestos, por poner un ejemplo clásico), pero que, para mejorar la vida de sus ciudadanos, ya no se les llena tanto la boca. Como les digo, no creo que estas cosas pasen en los países de nuestro entorno. Puede ser que haya alguno que aplique algo parecido, pero JAMÁS lo que pasa aquí. Hay un proverbio chino que dice: “Dale un pez a un hombre, y comerá hoy. Enséñale a pescar y comerá el resto de su vida”. Pero esto en esta deliciosa España no existe, o no es posible, o los pagafantas (ojo, con un dinero que ni siquiera es suyo) hacen que esto no sea posible por las causas que fueran o fuesen o sean. Y porque vivo en España, se los pagafantas que tenemos aquí, empezando por alcaldes, alcaldesas y alcaldeses de cualquier signo político, porque para hacer esto no hace falta ser de ningún color determinado, aunque el rojo prolifera en estos asuntos que dan tanto que hablar. Resulta que Ada Colau, alcaldesa de la Barcelona actual, renueva el contrato a unos okupas a los que pagó la reforma del local y no pagan alquiler. Como ven, el corazón de esta alcaldesa es inmenso. El problema viene cuando hay otros ciudadanos barceloneses que no pueden pagar alquiler, ni hipoteca, tienen que buscarse la vida, ya que la alcaldesa de todos los barceloneses, sólo atiende a los que ella considera que debe hacerlo. Ésta pagafantas, sólo es la alcaldesa de algunos, y cuanto más golfos y sinvergüenzas sean mejor, como se puede leer en ese titular que les he colocado, y que saqué ce un periódico de tirada nacional. Por eso al principio les decía, que no creo que estas cosas pasen en los países de nuestro entorno. Pero ojalá que fuera sólo Ada Colau. Tenemos en la Moncloa a uno que pacta con terroristas y con personajes que sólo quieren destruir España, tildando de fascistas y de ultraderecha a partidos políticos que todavía no han hecho nada malo (como asesinar, ni secuestrar), ni siquiera gobernar, por el simple hecho de pensar diferentes o no pensar como los que gobiernan, o simplemente por decir ciertas cosas que otros partidos no creen en sus cortas luces que se pueda hacer en un país tan democrático como es este. Por eso, muchas de las cosas que pasan aquí, en este delicioso país conocido como España, porque de alguna manera hay que llamarlo, dudo mucho que pasen de los Pirineos para arriba, incluso si me apuran, en el vecino Portugal, porque son cosas incomprensibles, son cosas que se salen de toda lógica (excepto de la lógica de quién aplica estas cosas) y son cosas que sólo se les ocurre a dirigentes mediocres y que no dan ninguna solución al respecto salvo tirar de dinero público para mantener a unos gandules que han decidido no trabajar y no aportar nada a la sociedad en la que viven, pero de la cual se benefician. Simplemente España queridos blogueros. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share

martes, 1 de marzo de 2022

Mentir con la guerra

Pues, como dijo no me acuerdo ahora quién, cuando un tonto sigue un camino, se acaba el camino, pero sigue el tonto. Y como dijo otro (que tampoco me acuerdo ni tengo ganas de levantarme a mirarlo), a un tonto no hay manera de convencerlo de que deje de serlo, porque para eso hay que bajar a su nivel. Y en ese nivel, los tontos son imbatibles. Sobre todo en España. Y lo peor, no es esto, sino que haya periodistas y cadenas televisivas que se crean que somos tontos y hagan por donde lo anterior se cumpla. Si ayer leí en un periódico de tirada nacional que en las noticias de Antena 3 se habían utilizado imágenes de una explosión de China para abrir sus informativos, hace unos días con la impactante noticia del comienzo de la guerra entre Ucrania y Rusia, hoy le toca a la misma cadena, pero en otro programa. Se trata del programa ‘Espejo Público’, el que conduce la “sin par” Susana Griso. Lo que pasó en esta cadena fue tan sumamente escandaloso que tuvo que denunciarlo incluso Newtrola en su página web. Imaginen hasta qué punto ha llegado para que lo haya tenido que denunciar Ana Pastor, empleada de Antena 3. Pero es que lo de ‘Espejo Público’ y Susana Griso ha sido, si cabe, mucho más grave. Porque lo que han utilizado han sido imágenes de un bombardeo que se produce en un conocido videojuego, ‘Call od Duty’. Y llegados a este punto no puedo evitar preguntarme el por qué. ¿No tienen imágenes de sus propios reporteros o de agencias de noticias? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué nos mienten tanto? Y es que esto ya está llegando a unos extremos inadmisibles. A una falta de respeto hacia todos nosotros que no es normal porque nos tratan como si fuéramos imbéciles. Porque, con todo esto que está sucediendo, ya vamos a poner en duda todo, absolutamente todo. Y la culpa será suya. Ya ponían en duda todo esto de Ucrania hace unos días, pero ahora mucho más. Porque me da la sensación que es otra farsa más, otra más de este periodismo tan español que tenemos y que nos muestran. Y lo hacen de una forma tremendamente descarada. Lo de poner imágenes de un videojuego ya es surrealista. Evidentemente, se ríen de nosotros en nuestra puñetera cara. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

Compártelo:

Bookmark and Share