viernes, 27 de septiembre de 2019

Hasta los bemoles

Gabriel Rufián, ese diputado catalán, que sólo lucha por la independencia de Cataluña, ese diputado que va con impresoras al circo del congreso, ese diputado que va con las esposas a ese circo del congreso, y que jamás en este tiempo en que es personaje público (gracias en parte al ser diputado en el congreso español), le he oído decir nada coherente. Pero la semana pasada me sorprendió por eso mismo, por decir algo sensato. Dijo que LOS ESPAÑOLES ESTÁN HASTA LOS BEMOLES DE TODOS NOSOTROS, y que razón lleva este catalán independentista que cobra su sueldo de una institución española. Cuánta razón lleva. Pero lo que no dijo, o es que a lo mejor lo lleva implícito, es que la gente también está hasta los bemoles de los políticos indepes catalanes, está hasta los bemoles de aguantar todos los despropósitos de esta casta política y hasta los bemoles del despilfarro que supone tener a toda esta gentuza barriobajera de la peor ralea. Pero si él dice eso, un tipo que cobra de España (a la que odia según para qué) un sueldazo de 85.719€, casi 3.000€ más que el propio presidente del Gobierno, eso sí es para que estemos hasta los bemoles. Esta XIII legislatura, hundida ya en la mierda, el señor Rufián, ha percibido del Congreso 6.074,8€ brutos al mes en 14 pagas por tres conceptos distintos: 2.891,42€ como cualquier diputado, un plus de 2.107,94€ como portavoz adjunto del grupo parlamentario de ERC (1.464,05€ en concepto de gastos de representación y otros 680,78€ para gastos de libre disposición), y otro plus de 1.075,44€ como cualquier diputado portavoz de Comisión. A ello hay que sumar otros 1.874,34€ mensuales libres de impuestos que se embolsó en concepto de indemnización por ser de una circunscripción distinta a Madrid. En su caso, Barcelona. Hasta los bemoles estamos de ellos, si es verdad, pero por todo lo que se embolsan por tocarse los bemoles también, porque es una vergüenza que cobren todo eso, por no saber hacer nada, que por no saber ni saben ni esturrear mierda con una pala, que tiene delito. Hasta los bemoles, que verdad que es. Hasta los bemoles de todos estos incompetentes, hasta los bemoles de tener que votar otra vez y a los mismos candidatos, hasta los bemoles de tener que pasar vergüenza cada vez que sales de España, hasta los bemoles de ser el hazmerreír de medio mundo, hasta los bemoles de la situación a la que nos han llevado, hasta los bemoles de estar fritos a impuestos, hasta los bemoles de pagar la luz y el gas a precio desorbitados, y así hasta el infinito y mucho más. Pero yo soy muy castizo, muy español y yo estoy hasta los COJONES, de esta panda. Creo que lo he dicho con meridiana claridad. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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