martes, 18 de febrero de 2020

Duran poquito

Hay algunos presos que duran menos dentro de ella, que un chupa chups en la puerta de un colegio. Ya sea por buena conducta (Rodrigo Rato es uno de ellos), por hacer servicios sociales (Iñaki Urdangarín es uno de ellos), o simplemente para ir a trabajar a su propia empresa (Jordi Cuixart es uno de ellos). Pero todos estos presos, y muchos más tienen en común un par de cosas, que son unos golfos y que son personajes públicos. Porque me gustaría saber, si los demás presos tienen las mismas facilidades que éstos. Quiero pensar que así es, pero…… Me voy a centrar en el Jordi, que es el condenado por sedición el cual como comentaba anteriormente, sale de Lledoners con un permiso de 72h para ir a trabajar a su empresa, ojo al detalle, que no es baladí. El aval de la juez de vigilancia penitenciaria llegó después de que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Lledoners acordara permitirle salir de prisión de lunes a viernes para ir a trabajar a su empresa, les vuelvo a recordar el matiz. Cada cual, que saque sus propias conclusiones al respecto sobre este tema. Puede estar fuera de la cárcel durante nueve horas y media al día, para ir a trabajar, les vuelvo a recalcar, en aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario, de este país opresor y fascista como es el español, y que requiere de la autorización ulterior de la magistrada del país opresor y fascista como es el español. La Fiscalía rechazó que se le otorgara el permiso porque considera que no se ha arrepentido, que dijo en el juicio a la cúpula del procés en el Tribunal Supremo y luego en un libro que lo volvería a hacer y que no ha seguido ningún programa de tratamiento específico sobre el delito de sedición que permita concluir que ya ha sido reeducado y que asume la comisión del delito sin distorsiones cognitivas. Y aun así, lo dejan salir. La juez rebatió la tesis de la Fiscalía de que Cuixart no asume los hechos delictivos y resalta que, según el equipo que le trata, el interno, reconoce los hechos y es consciente de que con sus actos se produjo una intensa discrepancia frente al orden legal y se ocasionaron algunas conductas inadecuadas, pero del todo imprevisibles, por lo que las cosas se podrían haber hecho de otra manera. En fin, como siempre pasa en toda discusión, siempre hay tres versiones, y en este caso está la de la juez, la de la fiscalía y la verdad, que es la que no se cuenta. Lo he dicho alguna vez que otra, ser político preso en este país es el mayor chollo que te puedes echar encima, ya que todo son privilegios, son entrevistas, son parabienes y así cualquiera es político preso. Se me cae la cara de vergüenza sólo con leerlo. Pero es lo que hay Maikel Naig. Sólo nos espera tragar, tragar y tragar. Vaya tela. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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