Comisiones golosas

No sé si será un escándalo. No sé si será siempre así. Pero viviendo en este país de pandereta en el que vivo, y sabiendo de qué lado masca la iguana con este presidente del gobierno, que sólo sabe enchufar a familiares (véase su hermano y su mujer, por poner dos ejemplos clásicos), no me extrañaría nada que la noticia que les voy a colocar ahora sea cierta. Pero cabe recordar también, que ahora el periodismo es una nueva arma para los partidos políticos, y usan estos medios para desprestigiar al contrario. Pero no les basta con eso, que además hay que machacar al contrincante hasta no poder hacerlo más. Resulta que leo en un periódico digital la siguiente noticia: “HASTA 106 DIPUTADOS DEL PSOE (ojo al detalle para darse cuenta de qué lado ideológico está este medio de comunicación), COBRAN PLUSES EN EL CONGRESO TRAS INFLAR LAS COMISIONES”. Toma del frasco, Carrasco. Para poner el post en su contexto, hay que saber que sus señorías los diputados/as, a parte del sueldo cobran pluses y complementos, éstos últimos pueden ser muy variados, pero los más famosos son por asistir a comisiones parlamentarias, las cuales no solucionan nada, ya que no sirven para nada, pero si les sirve a los parlamentarios/as para inflar más sus sueldos. Hay que aclarar también, que los únicos integrantes sociatas que no cobran como diputados, sino como miembros del gobierno, son esos precisamente, los que pertenecen al ejecutivo. El resto, que son los otros 106 sí lo hacen y además han sido nombrados en puestos que incluyen complementos, además de gastos de representación (1.516€) y gastos de libre disposición, que no sé lo que es, pero seguro que es un buen pastón. Exministras socitas, lo mismo que exministras populares, han ocupado estos puestos en estas comisiones, como pueden ser María Luisa Carcedo o Magdalena Valerio, presidenta de la comisión del Pacto de Toledo. Las comisiones están compuestas por un presidente, vicepresidentes y secretarios de comisiones, portavoces y portavoces adjuntos de comisiones. Los de libre disposición, son los mismos, pero la diferencia está es que los secretarios son de la mesa del congreso y los portavoces son de los grupos parlamentarios. Y ahora usted eche cuentas y decida que complicarse la vida o enfadarse en España, dónde todo disparate tiene su asiento y a menudo legal, le trae poca cuenta, porque al final estos y estas van a seguir haciendo lo que les salga de la entrepierna, ya que se lo tienen así montado, todo legal, y todo bien acordado, sin ninguna fisura entre ningún partido político, no vayan a cagarla y no cobren por asistir a estas comisiones golosas y jugosas. Sinvergüenzas es poco, pero los adjetivos se acaban con estos y estas parlamentarios/as. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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