lunes, 14 de febrero de 2022

Eligiendo

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. Resulta, que la iglesia no es tonta, y valora mucho que sus dirigentes sepan entenderse con el poder civil, ya saben ustedes, influir pero sin llamar la atención. Por eso, esta noticia que les voy a colocar, no les sorprenderá mucho. Ahí va: “Un administrador dirigirá la diócesis de Guipúzcoa hasta que el papa designe al relevo del obispo Munilla”. ¿Ven?, eso se puede hacer por lo que les dicho anteriormente sobre que la Iglesia no es tonta. La semana pasada, el hasta entonces obispo de Donostia, José Ignacio Munilla, se despedía de sus feligreses en una misa oficiada en la catedral del Buen Pastor de la capital guipuzcoana. Ponía así punto y final a su obispado para continuar su carrera eclesiástica como máximo responsable de la diócesis Orihuela-Alicante. Con su despedida se abría un gran interrogante: ¿Quién ocuparía ahora su lugar? La pregunta todavía no tiene respuesta. Sin embargo, desde el Obispado, informan de que hasta que el nuevo obispo sea nombrado, para lo que todavía no hay fecha en el calendario, el Vaticano de Roma designará un administrador que se hará cargo de la diócesis. Lo que no dicen, es si es eclesiástico o laico, aunque interpreto que será de lo segundo, porque la Iglesia anda bastante light de personal. De todas formas y de hecho, será el papa Francisco el encargado de decidir quién de los tres candidatos presentados por el nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, sucederá a Munilla. Mucha gente estará deseando que llegue el momento de ese nombramiento, para ver si puede o podrá acercar la sardina a su ascua, ya que esta institución, sin ánimo de lucro (supuestamente), aunque se lucra cobrando por entrar a la casa de dios, pues mueve mucho dinero, y ese puesto que se presenta ahora, pues es muy goloso y mueve muchos contactos. De siempre me ha escamado esta institución, la he considerado como ocultadora de muchas barbaridades, y ahora se están descubriendo algunas que son realmente bárbaras. Pero cuántas habrá en es esos archivos secretos a los cuales casi ningún mortal tiene acceso, y en los cuales habrá testimonios terribles. Pero en fin, a lo que iba es a que está el puesto vacante y que lo va a ocupar un gestor, como si de un gobierno se tratara. Ya sabe, Vaticano, S.A. Ora por nobis. Laus deo. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.
 
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