jueves, 17 de febrero de 2022

¿Apesta?

Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. Y este día en cuestión, no iba a ser una excepción. Este es el titular el cual provoco, otra vez, que echara la porta: “Sánchez se vuelve a pasar la ley por el forro y concede un contrato a una empresa fundamental ahora que llegan las elecciones de Castilla y León”. En fin. Miren que hemos tenido políticos corruptos y caraduras a lo largo de la historia, pero con todo eso y tan descarado como es Sánchez no lo he visto en mi vida (y seguro que en la suya tampoco) ya que, hasta ahora, se tomaban al menos, la molestia de disimular. Pero eso no va con Sánchez, a él le gusta estar por encima del bien y del mal con lo del disimulo, directamente, no va con él. Desde que se sentó por primera vez en el despacho de la Moncloa ha hecho lo que le ha dado la gana demostrando que las leyes solo existen para los demás (ya saben, robar es delito, pero sólo para los pobres) porque su persona está por encima de ellas. Pero recuerden también que nuestro insufrible presidente del gobierno sigue siendo esa persona tan interesante (y votado, ojo) entre todos los moñas que hacen política en España. Un cínico sin escrúpulos, sin honor, capaz de robarle las herraduras a un caballo al galope. Y de esa forma, asisto fascinado a su (nuestra) carrera hacia el abismo. Desde este gobierno que tenemos, que no el que nos merecemos, llevan más de dos años adjudicando contratos a dedo y siguen haciéndolo con justificaciones ridículas como lo son esas del procedimiento de urgencia. Y mediante ese procedimiento ha adjudicado a Telefónica e Indra un megacentro de ciberseguridad por un importe de 46M de €. ¿Es tan urgente algo como eso? En este caso, el centro en cuestión es un centro de operaciones de ciberseguridad de la Administración del Estado, una infraestructura que se antoja crítica ante el incremento de los ciberataques. Y los adjudicatarios son Telefónica e Indra. Indra, ¿les suena? Sí, esos que se dedican a hacer los recuentos electorales. ¿Casualidad?¿hay algo más detrás del asunto?¿ha sido a dedo, huy perdón, por el procedimiento de urgencia?¿y cómo es de urgente ese procedimiento?¿de un día para otro?¿y ahora se les concede un contrato de este tipo antes de celebrarse las elecciones autonómicas de Castilla y León?. Uy, que raro me suena todo esto. Huele mal, huele tremendamente mal. Más bien, apesta, pero tengo Sálvame deluxe. España, año 2022. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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