miércoles, 3 de noviembre de 2021

Las subvenciones suben

Como saben ustedes, todo está subiendo de precio. La luz, el butano, la comida, los combustibles, el gas ciudad, los impuestos, la fruta…. TODO. Pero también suben otras cosas, aunque no afecte a los bolsillos de algunos sinvergüenzas, pero sí afecta al bolsillo de los ciudadanos, porque se pagan vía impuestos, y para mantener a tanto sinvergüenza, golfo y gandul, hay que subir los impuestos, como así está sucediendo y va a suceder. Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, en España hay todavía sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo). Sí, parece mentira que todavía haya, pero es la cruda realidad. Y no son nada baratos tenerlos y mantenerlos. Entre sueldos de sus dirigentes (alrededor de 110.000€ al año por cabeza), sueldo de empleados, reformas en sus sedes realizadas por el PSOE, viajes, dietas, mariscadas con un dinero que ni siquiera es suyo, putas, coca, dietas y subvenciones, echen ustedes cuentas, y díganme si merece la pena tener a estos sinvergüenzas, golfos, vagos y gandules en nuestra sociedad. Y es en ese último punto, el de las subvenciones el que me ha llamado la atención, ya que el ministerio de trabajo, dirigido por Yolanda Díaz, camarada de estos sinvergüenzas, golfos y gandules dirigentes sindicales, sube un 56% las subvenciones a estas organizaciones para que no les monte ningún circo a ella, y ya de paso al gobierno sociata y podemita con todo lo que está cayendo sobre la clase trabajadora en forma de subidones de todo, menos de salario. Este porcentaje supone una cifra que no superaba los 10.000.000€ desde 2012. El ministerio de trabajo, repartirá 13.68M de € entre las organizaciones sindicales para tenerlos callados, tenerlos a las órdenes de una desgobierno que no sabe ni por donde salir, y para que se sigan tocando la entrepierna con las dos manos desde sus sillones, situados en unos edificios reformados con el dinero de todos, estés o no estés afiliado a ningún sindicato, que eso es lo triste. Estas organizaciones sindicales o lo que sea ya esto, llevan tiempo convertidas en chiringuitos subvencionados, como buen chiringuito feminista que se precie. Esta es la cruda realidad. Puede gustar o no, pero es así. Estos chiringuitos subvencionados, ¿qué hacen?, pues lo mismo hacen los sindicatos, NADA, y se puede ver cada día. Ladran un poco, para que se sepa que están ahí, es decir, los sindicatos no son tontos, y valoran mucho que sus dirigentes sepan entenderse con el poder gubernamental y ministerial, ya saben ustedes, influir pero sin llamar la atención, y eso se les da magníficamente, como se ha podido, se puede y se podrá apreciar. En definitiva y llegado a este punto, me limitaré a opinar, después de lo visto y de lo leído en España, mi impresión personal e intransferible: SON UNOS VENDIDOS, aparte de ser todo lo anterior que les he dicho. Sencillamente. Entonces, ¿sindicatos para qué?. España, año 2021. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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