lunes, 29 de noviembre de 2021

Batiendo records

En esta España no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. La deuda pública bate récords y la Agenda 2030 se equivoca porque no tenemos nada y no somos felices, estamos muy cabreados No crean que por mucho que deteste a este gobierno y, sobre todo, al personaje que lo preside, no trato de buscar entre las noticias alguna que me pueda llevar a pensar que están haciendo algo bien. Imposible, no encuentro nada porque todo lo están haciendo rematadamente mal. Es más, tan rematadamente mal que es imposible que se haga tan mal de forma involuntaria, para hacerlo tan mal tiene que hacerse a propósito, no les quepa duda. Hoy hemos conocido que la deuda pública bate nuevos records, gracias a ZPedro y a todos los asesores y chiringuitos que hay que mantener, y se ha situado en el 122,10% del PIB y ya debemos 1,43 billones de euros. Es decir, vamos de muy mal a peor. Pero, ¿saben cuál es el mayor problema de todos? Que los responsables de generar esta deuda no responden en ningún momento por su impresentable gestión e incluso les pagamos un sueldo vitalicio cuando se retiran. El marrón nos lo comemos precisamente lo que no nos hemos endeudado y no hemos firmado ningún préstamo. El que lo firma se va a su casa de rositas y con el lomo bien cubierto. ¿Qué les parece? Es fantástico, ¿verdad? El caso es que vemos, una vez más, que el famoso lema de la criminal Agenda 2030 es una falacia porque nos dicen que “no tendrá nada y serás feliz”. Pues va a ser que no porque, aunque en lo de que no tenemos nada aciertan, no somos felices. Cada día estamos más cabreados, ¿dónde estará el límite de nuestra paciencia?. Y es que como sigan así, es decir, endeudándose más para ellos mantener su estado de bienestar y toda la parafernalia de chiringuitos que hay, vamos a tener que trabajar hasta casi que nos muramos, y aun así, les dejaremos a nuestros hijos, nietos, biznietos y toda la estirpe, la deuda todavía sin pagar, porque será imposible hacerle frente. Esto es lo malo de tener a moñas gobernando o haciendo como que gobiernan, porque dilapidan sin compasión un dinero que ni siquiera es suyo, y eso lo vemos todos los días en las noticias cada vez que vemos el circo de la Carrera de San Jerónimo convertido en pista de lucha libre entre el lado derecho, el lado izquierdo y el del centro. Dilapidar dinero para conseguir apoyos para presupuestos, propuestas y leyes que, sino fuera por el dinero, no sacarían adelante ni por error. Esta es la situación, este es el panorama, esta es la desgracia que tenemos con esta chusma política barriobajera. España, año 2021. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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