viernes, 10 de mayo de 2019

El equilibrio

Mientras los sindicatos (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo) hacen su trabajo (si es que alguna vez han trabajado), con exceso de celo diría yo, la patronal…también lo hace. Y ese trabajo es mirar hacia otro lado cuando las empresas sufren los abusos de los primeros. Todos deben de saber que patronal y sindicatos son muletillas necesarias para que el gobierno de España y el de las comunidades autónomas, cuando sus competencias se lo permiten, y en pos de la paz social, hacen posible el actual modelo económico. El mismo que permite un desempleo estructural de los más elevados de Europa. El mismo que le quita el futuro a muchos de nuestros jóvenes a los que obligan a emigrar. Estos dos organismos públicos (se financian vía presupuestos, ya sea del Estado ya sea de las Comunidades Autonómicas) tienen como fin conseguir un equilibrio, lo más justo posible. Pero válgame la virgen, quién lo diría. Entre empresarios y trabajadores, la carencia de este equilibrio, da lugar a privilegios para unos, entiéndase los empresarios y obligaciones del todo injustas para los otros, entiéndase los trabajadores y en medio de ambos, estos sindicatos vividores, gandules y golfos, por no llamarlos de otra manera. La semana pasada, casi coincidiendo con el 1º de Mayo, saltó una noticia en los medios de comunicación (aunque normalmente no se hacen eco), y fue que el juzgado nº 1 de primera instancia de La Palma del Condado, ha decretado el archivo de la causa abierta por un presunto delito contra el derecho de los trabajadores a raíz de la denuncia de diez temporeras, naturalmente con la mediación para la denuncia del Sindicato Andaluz del Campo (SAT). Tras las diligencias practicadas durante la instrucción, no resultan indicios de comisión de delito alguno. Ni la Inspección de Trabajo ni las investigaciones de la Guardia Civil, aprecian irregularidades de ningún tipo. Meses atrás, el juzgado nº3 de la misma ciudad, archivo otra denuncia en los mismos términos. Pero el campo andaluz se encuentra ante la imposibilidad de contratar trabajadores por varios motivos, pero es uno de ellos precisamente el que más daño hizo, y era el celo de la fiscalía de Huelva en materia de trata de blancas en la contratación de mujeres extranjeras para la recolección de la fresa. Tras estas denuncias, se ha criminalizado a los empresarios, además de cerrarles muchas puertas para la venta de su producto. Una vez archivada la causa, nadie les compensará por el daño recibido. Tampoco nadie ni ningún organismo público pedirán explicaciones al sindicato que ha apoyado estas denuncias falsas que tanto daño ha hecho. Realmente increíble lo que pasa en este país. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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