jueves, 11 de octubre de 2018

Torra, el escribiente

A parte de marioneta de Puchi, ahora también nos ha salido escribiente el tío. Escribe a todo dios con tal de que lo que está pasando en Cataluña se sepa y ya de paso, se intenta con esos escritos que haya mediadores internacionales en un conflicto que sólo está en la cabeza de algunos descerebrados que se creen independentistas porque ellos lo quieren así. Resulta que Quim Torra envió el pasado 26 de septiembre una carta al Gobierno en la que pedía mediación sin precondiciones argumentando que la distancia entre el Estado y la Generlalitat no es infranqueable, aunque luego haga otras cosas de muy dudable legalidad. En su afán de internacionalización del procés, Torra envió una copia en inglés a varios líderes mundiales, entre ellos a presidentes y dirigentes como Donald Trump, Vladimir Putin o el chino Xi Jinping. También al Papa Francisco y a dos países sensibles a las demandas de los soberanistas, Kosovo y Ucrania. La carta, según he leído en un medio de comunicación y que se la resumo a grandes rasgos, pone encima de la mesa que el objetivo de Cataluña no se centra en conseguir la independencia inmediata (ojo a la novedad), sino el respeto a la voluntad del pueblo catalán de alcanzar un referéndum legal, vinculante y justo. Pero luego, el día 1O, celebraron el primer aniversario de ese referéndum ilegal a todas luces. También propone a Sánchez que la Fiscalía retire los cargos de los nueve políticos en prisión o que les deje en libertad provisional hasta el juicio. Toma del frasco, Carrasco. En la misiva, Torra deja claro que avanzar en este camino es cada vez más difícil porque hay nueve políticos soberanistas presos y otros siete en el exilio. Por ello, solicita a Sánchez que tenga un gesto con Cataluña, En este punto, remarca que si se levanta la prisión preventiva el bando catalán está listo para explorar todas las opciones posibles con Madrid. Sin embargo, esta petición no es, por el momento, viable ya que este miércoles el Tribunal Supremo rechazó una vez más dejarles en libertad. El president exige un respuesta por escrito en la que deje claro si quiere negociar y poner en marcha lo que Torra califica de conversaciones de proximidad para definir la logística y las modalidad de todo el proceso. De no ser así, amenaza con que el pueblo catalán demandará una abrumadora demanda de independencia inmediata de España. Como han leído ustedes, el escribiente del escapado de Waterloo, sólo pide lo de siempre, que se cumplan sus deseos y sus peticiones a cambio de nada, porque realmente no hay nada de lo que negociar. Pero los indepes, erre que erre. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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