miércoles, 10 de octubre de 2018

La sociedad real

Que un país como España, exista un programa como gran hermano (GH), dice mucho de ese país. O es por eso, por lo que existe GH, porque España es así. Un país en el cual sus mandatarios nos roban a manos llenas y delante de nuestros morros, un país en el cual nos quitan la casa y aún así hay que seguir pagándola, un país en el cual nos suben el gasoil, la luz y el gas y seguimos sin hacer nada, pero en el cual si nos quitan el fútbol o programas como GH, ponemos el grito en el cielo y hasta somos capaces de salir a manifestarnos. Claro, los concursantes de ese programa que sólo sirve para que los que están dentro de esa casa se forren y los propietarios de la cadena que la emite igual, son los auténticos protagonistas. Luego tienen programas satélites que se dedican en cuerpo y alma a analizar unas situaciones que no son analizables para nada, pero que sirven para rellenar los espacios de la cadena que emite GH. Pero me hace mucha gracia leer las noticias que circulan en la prensa sobre GH, y esa es mi diversión. Una de las estrellas de esta última edición es la vidente Aramís Fúster y los desvaríos que, según toda la prensa, ha venido contando la bruja de origen malagueño. Según relatos de la protagonista, se ha acostado con Obama, se ha visto con Bin Laden y tiene un número indeterminado de años, por encima de los 200. Y yo me pregunto, ¿y qué? ¿por qué no puede decir lo que quiera y que se le dé la razón tal y como está funcionando esta sociedad últimamente? Un hombre se puede disfrazar de mujer o una mujer de hombre y, a pesar de que todos sepamos que en realidad es hombre o mujer, debemos dirigirnos a él o a ella como él o ella se vea. ¿Qué en su DNI figura que se llama Manolo y es, además, un bigardo de 2 metros? Eso da igual, si Manolo quiere llamarse Lola y que los demás nos dirijamos a él como mujer, debemos hacerlo así. Sorprende ver entonces el cachondeo generalizado que hay con los desvaríos de Aramís Fúster. Muchos de los que se ríen de ella y la tachan de loca, son los mismos que cuando ven al Manolo de 2 metros le llaman Lola solo porque él se vea así. ¿Cómo pueden ser capaces de decir que Fúster no se ha acostado con Obama o se ha visto con Bin Laden? ¿solo porque no lo hayan visto la tachan de loca?. Es lo que hemos criado en nuestra sociedad, es lo que estamos recogiendo de lo plantado y es lo que nos toca, y programas como GH sólo son el escaparate de lo que está ocurriendo. Aramís será tachada de loca, pero ahí está viviendo del cuento y de su locura, que para mí no tiene ni por error, ya que sabe perfectamente que mientras diga todas esas locuras ella tenderá un puesto en estos programas y la gente y la sociedad los verá, con lo cual podrá seguir viviendo de la locura. La culpa de que esto sea así, la tiene la sociedad en su conjunto y lo que vemos estos tipos de programas que sólo alimentan a estos locos televisivos. Es lo que hay, Maikel Naig. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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