martes, 2 de octubre de 2018

No tardarán aquí

Este post va dedicado hoy a una feminista. Pero no una cualquiera, sino una tarada que echa lejía a los hombres que se sienten con las piernas abiertas. Sí como lo leen, queridos blogueros y si no os lo creéis, podéis ver el vídeo si pincháis en el *enlace que os coloco al final del post. Anna Dovgaliuk, que es como se llama esta activista que defiende lo indefendible, es una feminista rusa, de San Petersburgo, que se dedica a grabar vídeos y publicarlos en Youtube en los que ataca la entrepierna de los hombres que se sienten con la piernas abiertas, descargándoles una botella de agua con lejía. Esta tarada pretende así protestar con lo que ahora les molesta a las feministas (por ahora en Rusia) de los hombres, que se sienten en el transporte público con las piernas abiertas. Y yo me pregunto, ¿hay algo que no les moleste a estas feministas (por ahora rusas) taradas de los hombres?. Porque lo de las piernas abiertas no es más que una postura lógica y natural con la que los hombres nos sentimos más cómodos, es cuestión de naturaleza. Las protestas de las feministas están llegando a extremos, últimamente, de lo más ridículos y absurdos. Esta protesta, esto que ahora les incomoda tanto, no es más que una moda con la que gente atontada como esta Anna Dovgaliuk, no pretende otra cosa que no sea hacerse famosa. La absurda guerra de sexos que está capitaneando la izquierda a nivel mundial no es más que una forma de dividir a las personas, que es la única forma con la que la izquierda consigue sacar algo fructífero para sus intereses. Lo peor de todo es que haya tarados y taradas que sigan esos postulados como si se tratara de normas impuestas por un nuevo Dios. Mientras tanto esta gente que lo único que busca es un minuto de gloria, a hacer el imbécil para publicar corriendo su hazaña en Youtube. Pero lo que a mí me llena de incertidumbre, es lo que va a tardar en llegar esta moda a España y a sus infalibles feministas que nunca están cuando se les necesita, pero que siempre están a la hora de hacer el ridículo y de defender causas perdidas. Eso es lo que más me llena de incertidumbre. Porque conociendo el país en el que vivo, y conociendo a tanto anormal que sigue estas reivindicaciones aunque sean gilipolleces como pinos, creo que mi incertidumbre es fundada. Y además creo, que no tardará mucho en llegar esa moda aquí, y máxime cuando la ley está a favor de ellas, como es el caso. Miedo me da el día en que llegue esa moda. Ya no sabremos los hombres ni como sentarnos, a no ser que estas activistas feministas no lo digan. Vaya tela. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

*PD: mira el vídeo AQUÍ

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