Partiditas en el curro

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. Y es que lo que me encontré en un periódico fue muy fuerte: Funcionarios del Tribunal de Cuentas pillados jugando al dominó en plena jornada laboral. En un primer momento no me lo creí, pero me picó la curiosidad y al llegar a casa, encendí el ordenata y consulté, goteante el colmillo a ver si había algún vídeo. Y vaya si lo había, y se ve todo clarito, clarito. Y ya claro, me dio por pensar que hay algunos tipejos que no tienen vergüenza alguna y piensan que, una vez sacan una oposición ya no tienen que volver a pegar el callo en la vida. Y como vivimos en un país en el que hay que aclararlo todo, tengo que volver a repetir lo que decía en la primera frase: “algunos”. Y es que el vídeo que circula por las redes sociales y que ha sido grabado en el Tribunal de Cuentas, desde el exterior del mismo, no tiene ningún desperdicio. Una imagen vale más que mil palabras y ver a unos funcionarios del Tribunal de Cuentas jugando al dominó a las 13:00 horas, es una demostración clara de la caradura que tienen esos “algunos” y que viven a nuestra costa sin dar palo al agua. Y oigan, que lo hacen sin disimulo alguno. Se sientan alrededor de la mesa, sacan las fichas del dominó y a vivir que son dos días. Hay que dar una gran difusión a vídeos como estos para que pongan en su sitio a los caraduras que se están marcando la “partidita” cuando tendrían que estar trabajando. Y es que en esta España no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable de un dinero que ni siquiera es suyo, y que cobran con ese mismo dinero que no es suyo, pagan el precio de sus errores. Nunca. Y la verdad, que el vídeo me dejó patidefuá pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. En fin, estos “algunos” son los que hunden las fama de sus compañeros funcionarios, y más en un tribunal, que ya de por sí la justicia va lenta, si encima circulan estos videos de personal jugando, pues es fácil imaginar por qué va lenta, aunque sólo sean “algunos” los vividores. En fin, no hay más que decir. España, año 2021. No va más señora. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

 

 

 

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