lunes, 20 de diciembre de 2021

Al trullo

Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. A saber lo que me ha provocado la pota. A partir de este jueves, el exalcalde de Sabadell Manuel Bustos tiene de plazo un mes para ingresar en prisión por su condena del caso Mercurio. Así lo ha dictado la Audiencia de Barcelona en un auto. Los jueces ordenan así su encarcelamiento para que cumpla sus tres años de cárcel. Bustos fue condenado por tráfico de influencias, una pena ratificada por el Tribunal Supremo. Se corresponde con la pieza 30 de la macro causa sobre corrupción urbanística relacionada con la retirada de multas de tráfico a familiares. Aunque la defensa del exalcalde pidió a la Audiencia de Barcelona suspender su entrada en prisión por no tener antecedentes, los jueces lo han rechazado. Desestiman el argumento de que se trata de un delito de escasa gravedad y episódico, como defendía. El tribunal ha recordado que la naturaleza del hecho cometido no se puede banalizar porque su actuación supuso un descrédito gratuito para la administración pública. Además, no acepta suspender esa condena por la situación familiar alegada, por otro lado. Bustos tiene tres hijos de 32, 27 y 11 años, uno con discapacidad. El condenado sufre una enfermedad también, pero puede ser tratada por especialistas en el centro penitenciario donde ingrese. Los jueces consideran que no habrá perjuicio en ese sentido, porque pueden tomar prevenciones en la cárcel. Por otro lado, la pieza 5 del caso Mercurio igualmente acabó con la condena firme de un año y cuatro meses de prisión para el exalcalde, que tiene por delante cuatro años y medio de inhabilitación por el mismo delito de tráfico de influencias. Pero, en esta ocasión, los hechos ocurrieron en 2012 en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac. Allí, Bustos nombró a dedo a un alto cargo. Sin embargo, el acusado no llegó a entrar en prisión porque estaba condenado a menos de dos años y no tenía antecedentes. El tribunal sí aceptó que no cumpliera esta pena. Manuel Bustos todavía tiene otros procedimientos en curso como la pieza 28 que investiga supuestas irregularidades en la concesión del contrato de recogida de residuos y limpieza a Smatsa. O la pieza 31 por supuestas contrataciones irregulares en el Consorci de Residus del Vallès Occidental (CRVC) y el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). España, año 2021. No va más señora. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

 

 

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