martes, 24 de marzo de 2020

Somos increíbles

Juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo Pues, como dijo no me acuerdo ahora quién, cuando un tonto sigue un camino, se acaba el camino pero sigue el tonto. Y como dijo otro (que tampoco me acuerdo ni tengo ganas de levantarme a mirarlo), a un tonto no hay manera de convencerlo de que deje de serlo, porque para eso hay que bajar a su nivel. Y en ese nivel, los tontos son imbatibles. Sobre todo en España. El párrafo anterior, tiene mucho que ver con lo que les voy a contar a continuación, y lo he utilizado para poner en contexto la situación. Como saben ustedes, la semana pasada fue San José, festivo en muchas comunidades autónomas, incluida el País Vasco. Y es en esta comunidad autónoma, en la cual se produjo el disparate de la semana, el cual no fue otro que el siguiente: miles de vascos salen de puente a Cantabria, a disfrutar de un puente que no existe dada la situación del Estado de Alarma, pero que muchos vascos/as no llegan a entender. De verdad que cada vez entiendo menos a la gente, esto es increíble y parece que muchos todavía no se han enterado de lo que está pasando. De verdad que cada vez entiendo menos al ser humano. No sé cómo se puede llegar a ser tan irresponsable y egoísta para que, con la que está cayendo, se pasen todo por el forro de sus caprichos y decidan hacer algo así poniendo en riesgo su salud y la de sus familiares más vulnerables. Pero el problema no ha sido coger los bártulos, coger a la familia y salir escopeteao a disfrutar, quía. El problemita y la sorpresa les ha llegado a todos estos irresponsables, cuando han alcanzado el límite de Cantabria y se han encontrado con la Guardia Civil y una multa de 1.000€. Y lo que parece ser peor para ellos, media vuelta y a casita calentitos. Si no es así, si no es tocándoles y tocándonos la cartera, no aprendemos ni nos mentalizaremos de la situación tan grave en la que estamos. Pensar es el trabajo más difícil que existe. Quizá esa sea la razón por la que haya tan pocas personas que lo practiquen. Somos increíbles, en todos los aspectos. Queremos sacar tajada de todo lo que podamos mientras podamos, importándonos una mierda si hacemos daño, sino lo hacemos, si perjudicamos a alguien, sino lo hacemos…. Es la naturaleza española, y así seremos hasta que caiga el meteorito, que no tardará en llegar. La verdad, somos increíbles. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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