lunes, 23 de marzo de 2020

En fin

Esto que les voy a colocar hoy en el post, puede parecer una cursilería low cost con toques de confucianismo de bazar que, si el espectador supera los primeros momentos de vergüenza ajena, puede degenerar en ternura. Pero es la cruda realidad o por lo menos lo fue. Los periodistas tienen una misión y una obligación, que es informar con veracidad y con datos contrastados a los ciudadanos, ya que de ellos depende que estemos tranquilos o no, ya que son el enlace muchas veces entre el gobierno y nosotros. Tienen que dejarse de decir cosas que les competen o de las que no tienen la más remota idea. Pero como siempre ocurre en este país de pandereta, siempre hay alguien que se pasa de listo, y luego pasa lo que pasa. Hay un periodista, si se le puede llamar así, que se pasó mil pueblos. Ignacio Escolar, que es el susodicho periodista en cuestión, no pide perdón por sus palabras sobre el coronavirus y ahora intenta manipular para que se hable del Rey con vídeos ridículos. Muchos de ustedes recordarán que hace tan solo unas semanas, Ignacio Escolar decía que el coronavirus se curaba con ibuprofeno y una semana de reposo como la gripe. Llega incluso a afirmar, como buen visionario que es, que no estamos, ni mucho menos, en algo que parezca una epidemia zombie. ¿Y creen ustedes que ha pedido disculpas por hacer unas declaraciones como esas?. Qué va. Escolar sigue en lo suyo, en ser vocero del gobierno y de la extrema izquierda, sigue manipulando para que se hable de otras cosas que, aunque son importantes, no constituyen en ningún caso una prioridad viviendo los momentos que estamos viviendo. Él sigue a lo suyo, que es la manipulación y ayuda descarada al gobierno para que la gente hable de otras cosas en lugar de hablar de un virus que ha matado a cientos de personas, que ha infectado a otros miles y que tiene a cuarenta y siete millones de personas recluidas en sus casas. Quiere que se hable del Rey y de la corrupción de su padre que, efectivamente, tendrá que ser investigada pero no ahora, porque no es lo prioritario. Pero él y su panfleto siguen a lo suyo porque su prioridad es el seguir siendo serviles al gobierno comunista e irresponsable que padecemos. Y para seguir haciéndolo utiliza lo que haga falta: una cacerolada que han organizado sus amigotes y que solo ha sido seguida por algún lerdo sin hueco en el cerebro para otra cosa que no sea la ideología. Observen de qué forma tan ridícula manipula. Nos dice que en su barrio ha sido un clamor, eso dice porque lo que son pruebas no da ninguna, y nos muestra un vídeo de su panfleto en el que unas pocas personas de Vitoria golpean las cacerolas como si eso fuera un clamor y como si fueran millones de personas. Lo de este manipulador no tiene perdón de Dios. En fin, no sé si es porque es así o simplemente no tiene ni puta idea de periodismo. Lo peor es aguantarlo, eso sí que es una cruz. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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