jueves, 12 de marzo de 2020

Ni de la barata

Hay días en los que tras ver la tele, mirar los periódicos o escuchar la radio, cualquiera que pueda hacerlo, se pregunta qué hace aquí en vez de estar viviendo en otro sitio. Y me lo pregunto cada vez que leo, oigo o veo cosas como esta que le voy a colocar, que ya de por sí dice mucho de los privilegios que tiene cualquier politicucho de pacotilla, de los cuales abundan en este país de pandereta en el que vivo. Les voy a dar sólo una cifra para que ustedes se vayan haciendo a la idea de lo que les voy a hablar en el post. Atentos y cójanse los machos. Ahí va: España usa 40.000 coches oficiales frente a los 412 de EEUU, una diferencia más que abismal considerando o comparándolo con el número de habitantes y la extensión de ambas naciones. Pero no se vayan ustedes a creer que la comparativa se quedaba ahí, quía. Resulta que en nuestra deliciosa España hay 3.000 mini ayuntamientos, que son los que están en poblaciones con menos de 5.000 habitantes, pero ojo al detalle, cuestan 4,3 veces más en competencias que los de 100.000, dato nada desdeñable y que me hace preguntarme en qué se gasta el dinero en esos municipios y 8.000 ayuntamientos con más de esa población, mientras que en Alemania, cuatro veces más rica que España, tiene la mitad de administraciones. Muchas veces les digo que sólo se fijan en los países de nuestro entorno para subirnos los impuestos o para otras cosas que perjudique al ciudadano normal, y leyendo estas noticias me ratifico en lo que digo. Según esta comparativa, somos el séptimo país en el uso de coches oficiales, que gastan 48.000€ anuales. Y ustedes echen cuentas y decidan que complicarse la vida en España, dónde todo disparate tiene su asiento y a menudo legal, trae poca cuenta. La comparativa no dice nada de los viajes en Falcon, de viajes en AVE, de residencias oficiales, de fincas donde se reúnen los ministros y el presidente, de quién paga IBI y quién no, de la duplicidad de servicios en las administraciones, de las colocaciones a dedo de esposas, hermanos, amiguetes con carnet político, de compañeros de EGB, de compañeros de deportes, de enchufados y de tantos y tantos privilegios que tiene nuestra chusma política y que pagamos entre todos los españoles… porque si hubiesen comparado todos los privilegios, los autores de esa comparativa hubiesen salido corriendo de España como alma que lleva el diablo, porque lo que pasa aquí, es sencillamente imposible, aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de politicucho de pacotilla en politicucho de pacotilla sin tocar el suelo. Es lo que nos ha tocado vivir y mantener. Pero a ninguno se le cae la cara de vergüenza con informes comparativos como éste que les he comentado, ya que para que a uno le de vergüenza, primero tiene que tenerla o por lo menos, conocerla. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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