miércoles, 18 de marzo de 2020

Medidas esperanzadoras

A la hora y fecha de estar escribiendo este post pecador, resulta que no entiendo la posición de cierta institución. Se cierran bares, restaurantes, parques infantiles, parques de toda la vida, cines, discotecas, hoteles, se suspenden actuaciones de teatro, en circos (incluido el de la Carrera de San Jerónimo, conocido vulgarmente como congreso de los diputados), monólogos, y así hasta el infinito y mucho más. Pero hay una institución, que resiste al invasor coronavirus y a las normas básicas y más que prudentes y necesarias del gobierno español. Esa institución es la Iglesia Católica, dura hasta el final y saliéndose del camino marcado. Ya les digo, a la hora y fecha de estar escribiendo este post pecador, todavía no estaba cerrada, como todos los demás lugares de aglomeración de gente, aunque cada vez haya menos feligreses, pero los poco que hay y que van a rezar, pueden propagar este dichoso virus. Resulta que el recién nombrado presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el tal Juan José Omella, aboga por mantener las misas pese a las restricciones, con la excusa de que “ES UNA MEDIDA DE CIERTA ESPERANZA”. Vaya tela. Si partimos de la base de que cualquier fe es creer en algo que sabes que no es verdad, no entiendo este posicionamiento. Soluciones hay, y en este punto y si me permiten la discreta chulería, les voy a dar algunos ejemplos básicos y de sentido común par ano propagar esta pandemia más de lo necesario. Se lo pueden tomar ustedes como una chulería por mi parte como otra cualquiera. Como les decía, soluciones hay y muy variadas para los que quieren mantener la esperanza en que Dios, Jesucristo, Mahoma, Alá, Buda o quién sea, les va a salvar o a librar de este coronaravirus incontrolable y fuera de control. Por ejemplo, se puede comprar una imagen del dios al que se quiere rezar, y montar tu propio altar en tu casa, y rezar desde que uno se levanta hasta que se acuesta. Por ejemplo, puede poner en el transistor Radio María (esto es para los católicos), y oír las plegarias y los programas tan amenos y católicos que emite esa emisora, con el beneficio de que se oye en cualquier rincón de España, que eso es ya un milagro divino. Las demás religiones, tienen internet para acudir a las páginas web que seguro las habrá, para no perder la esperanza y así poder rezar para poder salvarse. Como ven, soluciones hay como siempre. Pero por otro lado, el padre Omella, ha apuntado a la necesidad de poner restricciones en la misa, como por ejemplo tener las manos limpias al dar la comunión y darla en la mano y no en la boca, no darse la paz y por supuesto la medida que se tomó hace tiempo de quitar de las pilas bautismales el agua para persignarse. Aun así, sigo sin entender la posición de esta institución añeja de hacer lo que le salga de la entrepierna, como suele ser costumbre en ella. Si durante el tiempo de la publicación de este post el gobierno obliga a cerrar también las iglesias, pues nada que le voy hacer, pero es no quita que siga sin entender la posición de la Iglesia Católica. La esperanza, eso va a ser lo que nos va a librar. Laus deo. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida 

Compártelo:

Bookmark and Share

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentame que te parece