Otra payasada

Echeniquelicuatre es un pozo sin fondo en anécdotas simplonas, sin fundamento y siempre utilizando a los empresarios (que son los que generan empleo en este país y en cualquiera, aunque luego se pueda debatir sobre las condiciones laborales) como cabeza de turco. Y al parecer, el propietario de Inditex, es al que más odio le tiene, por lo que se ve. La última gilipollez de este moñas parlamentario, es que si Amancio Ortega fuese solidario, estará de acuerdo con el impuesto a las grandes fortunas. Lo que no me queda claro de esta gilipollez, es si en las grandes fortunas que él comenta, estará la suya o las de sus compadres Pablo e Irene, que como ustedes sabrán ganan un pastizal a final de mes, y claro, así cualquiera es comunista. Y yo digo una cosa, y es que si Echeniquelicuatre hubiese pagado a sus empleados de hogar y los hubiese tenido dados de alta en la seguridad social, él también sería solidario, y no hubiese quedado como un empleador nefasto, un negrero y un golfo, pero porque no llega a ver más allá de su nariz, pues ahí lo tenemos, diciendo gilipolleces como templos. Para mí, que Echeniquelicuatre le tiene envidia a Amancio Ortega, por la simple razón que el empresario no le tiene que agradecer nada a nadie y todo lo que tiene lo ha conseguido con esfuerzo y el sudor de su frente, mientras que el señor diputado argentino, no ha pegado un palo al aire en su vida y le tiene que agradecer a Pablo Iglesias el estar donde está, y eso seguramente le corroe por dentro todos los días de su vida. Porque empresarios españoles con grandes fortunas hay muchos, incluso los de Enagás, en la cual él tiene a un podemita (puedes ver el post si pinchas en el enlace* que te coloco al final) sentado en su consejo de administración y ganando un dineral. Por eso, lo de Echeniquelicuatre hay que tomárselo como lo que es, un tipo con muchas anécdotas que te hacen reír sin parar, te hacen ver las cosas desde un punto de vista gracioso y te hace ver que cuando le aplican su propio jarabe, la culpa es de la extrema derecha, y así van pasando los días, los meses y los años en esta España deliciosa sin que podamos hacer nada contra este tipo de personas, que encima les cubre la ley al máximo por ser diputados, y eso es algo que les hace casi inmune. Pero ante las payasadas no hay inmunidad conocida, y ahí está el coleguilla, diciendo las suyas diarias para tener al personal entretenido y casi partiéndose el culo, no por la gilipollez en sí, sino porque no se acuerda que muchas de ellas les ha pasado a ellos. En fin, más corto que las mangas de un chaleco, para variar. Es lo que tenemos a fecha de hoy. Suma y sigue. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida 

*PD: pincha AQUÍ para verlo

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