Sí se puede

Hay personas que suben en la vida como la espuma. Rápidamente. Personas que pasan a ser mediáticos por el simple hecho de decir lo que la gente corriente quiere oír. Le pasa por ejemplo a Vox, que han subido como la espuma porque dicen barbaridades que mucha gente quiere oír. Pero también le pasa a algunos dirigentes de Podemos, que desde el 15M, que era el sitio donde pregonaban cosas, como por ejemplo, acabar con la casta, acabar con las diferencias sociales, acabar con los ricos y todas esas cosas que la gente por aquella época quería oír, han subido como la espuma. Unos dirigentes ya estaban arriba, como Ramón Espinar, hijo de un banquero de Bankia, acusado por las tarjetas black. Pero luego está el caso de Irene Montero y de Pablo Iglesias, conocidos como los marqueses de Galapagar. Me voy a centrar en Pablito, porque Irene va a la sombra de él, desde que pegó el braguetazo de su vida. Este tipo, ha pasado de vivir en Vallecas (lugar que nunca dejaría, según dijo él por su boquita linda), a vivir en una zona acomodada de Galapagar, en un casoplón del copón, como ustedes saben. Pero también ha pasado de tener un coche Dacia, a un Porsche Cayenne (el todo terreno de la marca alemana), que además es diésel, cuesta 90.000€ y tiene una potencia de 340CV. Claro, lo ha hecho para cubrir sus necesidades vitales. Y ahora que va a ser vicepresidente del gobierno español, pues debe de tener todas estas cosas de rico. Muchas veces pienso como puede subir como la espuma. Yo llevo 25 años trabajando y no he ascendió en mi vida, o lo que es lo mismo, no he subido como la espuma. Puede ser por varios motivos. Uno, que no estoy en el sitio adecuado en el momento justo. Otro motivo puede ser, que no valga para subir como la espuma. Otro puede ser, que la gente cada vez que hablo pase de mí. Y pueden ser muchos motivos más. Lo que sé, es que estoy estancado y no subo como ellos. Pero como decía el filósofo, estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida, y eso es lo que le habrá pasado a este personaje y a todos los que han subido como la espuma, sin que ellos se imaginaran ese subidón. Sí se puede, decían en la Puerta del Sol, y ahora se dan cuenta de que así ha sido. De que ha ocurrido lo inexplicable, que ha ocurrido lo que él y los muchos como él no esperaban, que es, que la suerte se aliara con esta gente para llegar donde han llegado. Sí se puede, decían en la Puerta del Sol, y vaya si han podido. Ahora les toca disfrutar de la vida a costa de los ciudadanos, aunque nosotros, los ciudadanos me refiero, no podamos muchas veces ni salir a tomarnos una cerveza por ser casi un privilegio hacerlo, no vaya a ser que nos trastoque el final de mes. Mala suerte lo llamo yo, pero la mía y la de todos los ciudadanos, me refiero. Aunque luego se nos pasa, como me ocurre casi siempre, porque tampoco se puede hacer otra cosa. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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