lunes, 13 de enero de 2020

Fugados con suerte

Lo de ser un fugado en España o fuera de ella es un chollo de lo más lucrativo. Encima la justicia europea da la razón a los fugados, que eso tiene delito, lo mismo que en su día, y sin tener ni puta idea de lo que pasaba en España, la justicia europea y más concretamente eso que llaman de los derechos humanos, les repito, sin tener ni puta idea de lo que pasaba España, dictó algunas sentencias favorables a los etarras más crueles que hemos tenido y seguimos teniendo, porque están vivos y coleando, disfrutando de una vida que ellos quitaron cobardemente y por la espalda. Pero el caso de los fugados Puigdemont y Comín, es para pillar un camino, es decir, es para hacer como el Reino Unido, salir de esta Europa que sólo sabe dar la razón a los delincuentes, y de vez en cuando al resto. Encima, y para más pitorreo de la situación, hay que soltar pasta, que eso es realmente lo indignante del asunto. Leo con estupefacción y asombro, una noticia que me dejó patidefuá pese al escaso margen que a uno le deja ser súbdito español. Resulta que EL PARLAMENTO EUROPEO PAGARÁ CASI 70.000€ A PUIGEDMONT Y A COMÍN EN SUELDOS ATRASADOS. La verdad, que es inaudito. La Eurocámara abonará a esta pareja de fugados de la justicia española, en concepto de sueldo atrasado, como les decía y les recalco, casi 70.000€ que corresponde al salario que no recibieron desde que, según la sentencia del TJUE (no quiero ni mentarlos a estos), no han podido ejercer sus cargos de eurodiputados. Es decir, y hablando en castellano corriente, que estos salarios se pagarán a esta pareja de delincuentes como si hubieran ocupado este cargo desde el 2 de julio de 2019, día del inicio de la nueva legislatura, con lo que recibirán el sueldo de siete meses. Este salario asciende a 6.824,85€ mensuales, a los que se suman 4.513€ de dietas generales para un total de 11.337,85€ al mes. Éstas dietas están destinadas a cubrir los gastos derivados de las actividades parlamentarias de los diputados, tales como alquiler y administración de oficinas, gastos de teléfono y suscripciones, actividades de representación, compra y mantenimiento de equipos informáticos y teléfonos y organización de conferencias y exposiciones y todo esto por estar fugados de la justicia española, por haber dejado en la estacada a Junqueras&Company y por haber dejado en la estacada a todos los ciudadanos catalanes que creían a pie juntillas en esta idea independentista, la cual sólo ha servido para que un par de ellos se beneficien, como estamos viendo. Sinceramente no sé para qué trabajo, no sé para qué pago impuestos, no sé para qué madrugo si luego veo lo que veo y pienso que si me hago delincuente podré tener muchos más beneficios que trabajando. Pero resulta, que la justicia no es igual para todos, lo mismo que ser preso, que no todos son iguales, lo mismo que estar fugado, porque no todos los fugados son iguales. Es lo que nos toca, ajo y agua, y así vamos viendo como el TJUE hace lo que le da la gana, sin tener ni puta idea de la realidad. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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