viernes, 16 de noviembre de 2018

Una de Rufián

A Gabriel Rufián le pasa como a Willy Toledo, que ya no sabe lo que hacer para que la gente le haga caso. Son tan nefastos y mediocres en sus trabajos, si es que llegan a trabajar, que tienen que tirar de gilipolleces y de tonterías varias para llamar la atención. Y esta vez, le ha tocado el turno a Gabriel Rufián. Como ustedes saben, y si no se lo digo yo, el que nace lechón muere cochino, y eso es lo que les está pasando a nuestro protagonista de hoy. Hay palabras que según sean su contexto pudieran herir al interlocutor, y en este caso, me refiero al garrulo de turno y protagonista de este post en la comisión que investiga las cuentas del PP, el bellaco y fantasma de ERC de apellido Rufián. En una de sus intervenciones le dijo a la señora Diputada del PP la palabra Palmera con signo de humillación como muy bien dice este idiota. Conociendo a este pájaro, posiblemente lo expresó en plan insultante ya que conociéndolo no hay explicación alguna por decir lo contrario. La señora Beatriz Escudero con voz firme le dijo: y no me guiñes el ojo, imbécil, porque al parecer el tal Rufián también quería ligar con la diputada. Este patán de la pradera (como diría Chiquito de la Calzada) además de ser un estafador de la palabra, es un cobarde y además fulero, ya que dijo después que no le había guiñado el ojo, sino que cerró los ojos. Una más de las chulerías a que nos tiene acostumbrados este rufián y por lo visto matón de tres al cuarto. Esto es lo que nos trae la democracia, donde se puede ver a una señora dar de mamar a su hijo de pocos meses y pasándose de manos en manos para disfrute del pequeño o la de aquél orondo diputado echar una siestecita, por cierto, lo único que le pasó a la señora Bescansa es que su hijo echara la papeleta el primer día de cole en la sesión constitutiva de la cámara. La madre tan pancha dijo estas palabras para defender esa cita con su hijo al congreso: Tengo que darle de mamar porque no coge el biberón. Claro que puede pasar de todo, mientras haya democráticamente personajillos elegidos en las urnas, tendremos siempre tipos de esta catadura, donde solamente vienen a actuar como si se tratara de un circo ambulante y pordiosero. En España hay títulos para dar y no dar, el que nace lechón muere cochino. Con este caradura y algunos otros más, las sesiones de sus señorías se harán más llevaderas y menos sufribles, donde se podría hacer concursos de quien hace o dice la sandez más miserable del día, cuyo premio sería y viene a colación un viaje de no volverás a la tierra en memoria del Rufián de rufianes. El guiño y la palabra Palmera le ha salido caro, donde la señora diputada del PP valientemente a sabido darle en su propia horma. Yo creo que todos los partidos tienen su bufón e imbécil y sobradamente el nombrado del partido Esquerra Republicana es el protagonista de este post. El que confía en imbéciles termina comportándose como un imbécil. Paul Auster (Premio Príncipe de Asturias). No va más. Mientras aquí etoy, viendo pasar la vida. 

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