jueves, 13 de septiembre de 2018

Otro frente eléctrico

El recibo de la luz está por las nubes, casi un 14% más caro que el año anterior en estas mismas fechas, y el gobierno no hace nada al respecto, sino avalar estas cosas para asegurarse un puesto en un sillón del consejo de administración de éstas eléctricas ladronas que tenemos en este país de pandereta conocido como España. Todo lo anterior se lo comento a ustedes, porque la que se avecina no pinta bien para los ciudadanos, porque para las eléctricas tiene una pinta cojonuda o eso me parece a mí a simple vista. Resulta, que leo en un periódico económico la siguiente noticia: “LLEGA EL FIN DE LAS CONCESIONES HIDRAÚLICAS”. Vaya, pensé. Pero porque la mala costumbre de leer, corrí hacia la oficina y encendí el ordenata y consulté, goteante el colmillo la noticia. Y efectivamente, ahí estaba el por qué de ese fin. Se lo explico a groso modo. El Gobierno se enfrenta a una de las cuestiones más importantes para el futuro energético de España. Muchas de las grandes plantas hidráulicas del país están a punto de cumplir 75 años, periodo en el que vence el derecho de explotación que mantienen las eléctricas sobre estos activos altamente rentables, ojo a esto último, que es el quid de la cuestión. Así lo pone de manifiesto el informe Recuperación de las concesiones hidroeléctricas en España, elaborado por el Observatorio Sostenibilidad. Según destaca este documento, importantes instalaciones tendrán que ir revirtiendo al Estado de forma inminente. Tal y como explica el informe, las centrales hidroeléctricas se realizaron mayoritariamente en la década de los cuarenta y cincuenta, y muchas de ellas se encuentran en periodos próximos a la finalización de las concesiones. Este debate se da en paralelo al plan del Ministerio de Transición Ecológica dirigido por Teresa Ribera de recortar los ingresos de estas hidráulicas. Los miedos que tiene el Observatorio Sostenibilidad a que las eléctricas se resistan a devolver estos activos no son de extrañar. Se trata de una de las fuentes más lucrativas para las empresas. No en vano, empresas como Iberdrola acusaron un impacto de 400M de € en ebitda en 2017 por la sequía. Pero también la más afectada sería Iberdrola, que controla casi 10.000 megavatios de los 20.000 MW de potencia que hay en España. Tras ella están Endesa, Naturgy y otras como Acciona o Villar-Mir Energía. Cómo se puede apreciar todo un negocio a costa del agua o sin ella, porque si no hay agua te suben la luz, y si hay te la suben también. Su capacidad de producir en el momento más oportuno le permite vender electricidad a las horas en que el mercado es más elevado. El Observatorio Sostenibilidad cree que la reversión supondrá una disminución del precio de la electricidad. Sin embargo, de darse un proceso de reversión, existe la otra cara de la moneda, las eléctricas pagan un 25% de canon hidráulico, con lo que los ingresos para las arcas del Estado también se verían reducidos. La pregunta es, ¿pagaremos los ciudadanos menos con lo leído todo lo anterior?. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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