jueves, 17 de mayo de 2018

¿Es que no están en el trullo?

Como saben ustedes y si no se lo recuerdo yo, voy cada mañana a desayunar al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera. El caso es que voy. Resulta, como también saben ustedes, que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son lean, aunque sólo sea el periódico, teniendo en cuanta que en España abrir un periódico es literalmente echar la pota. Y eso queridos blogueros, fue lo que me pasó a mí. Entre al bar alegre, con buen cuerpo a zamparme mi tostadita con aceite y tomate. Pero el fallo fue coger el desdichado periódico de tirada nacional que había encima la barra sin dueño. Son las ocho de la mañana. Y, oh sorpresa, me encuentro en la página 5, con la repugnante foto. Como bien se puede comprender, no me refiero ni a la oportunidad ni a la calidad de la fotografía, sino a los personajes que en ella aparecen y a lo que representan. En cualquier país civilizado, democrático y de valores mínimamente cívicos, esa foto nunca se hubiera podido realizar porque supondría la mayor prueba de degradación moral, descaro personal y catadura criminal de una casta caduca, inmoral y prepotente que después de haber campado durante varias décadas con total impunidad practicando las mayores suciedades económico-sociales que se pudieran imaginar, y perjudicando el prestigio de España, tiene la desfachatez, encima, de refregarnos su basura regocijante por nuestros sorprendidos y cansados ojos. Para los que no hayan visto la fotografía, se trata de un homenaje que le han tributado (allí se tributa por todo) al indecente molt honorable Jordi Pujol, a la madre superiora, también conocida como Marta Ferrusola del virtual convento de las robamisales (que no se les olvide ese detalle) y a cinco de sus siete niños. Es curioso, a la par que nauseabundo, ver los rostros extasiados de la gentuza que ha montado este acto para escarnio de la gente decente y para demostrar que ni se arrepienten de sus delitos ni de sus sucias reivindicaciones de independizarse a toda costa. Y como siempre, a costa de España, ya que ellos pretenden ser indepes, pero que todo lo pague el gobierno español al que tanto odian. Y claro, viendo el panorama yo me pregunto ¿cuándo pagarán sus culpas entrando en el trullo de una vez por todas todos estos mangantes y mangantas?. Pues esto es lo que hay a día de hoy en esta España, porque de alguna manera hay que llamar a este país cutre, salchichero y en el cual sus gobernantes no tienen un monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Leyes permisivas, para ellos claro está, les permite reírse de los ciudadanos y de disfrutar de un sistema judicial (español ¿eh?, ojo al detalle) que les permite hacer todo eso. ¿Se imaginan ustedes si alguna vez Cataluña fuera república independiente lo que harían todos estos sinvergüenzas políticos catalanes?. Pues no me lo quiero ni imaginar, porque sino lloraría de pena. Vaya tela. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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