sábado, 26 de diciembre de 2009

Una oportunidad perdida

La cumbre de Copenhague sobre el cambio climático, ha sido todo un desastre y una pérdida de tiempo increíble. Si los políticos y líderes mundiales no son capaces de ponerse de acuerdo en unas fechas, ¿Cómo van a llevarnos al bienestar y a que nuestros hijos tengan un futuro mejor?. Pues no lo sé, pero lo único que está claro, es que son cumbres inútiles y que no hacen falta que se hagan más, porque sólo el simple hecho de desplazar a todos los mandatarios y líderes en aviones, ya eso tiene un coste para el medio ambiente difícil de recuperar.
Soy muy escéptico con respecto a estas cosas. Porque lo que se ve no deja hueco a la esperanza. Es una batalla perdida de antemano, porque los países sólo miran sus intereses económicos y financieros antes de ver como el planeta se va calentando cada día más sin vuelta atrás. Pero todos contribuimos a eso, porque nuestro quehacer diario deja mucho que desear, incluso los mismos delegados de las organizaciones ecologistas, no cumplen con los protocolos, ya que igual que los mandatarios, tienen que desplazarse hasta allí, y eso supone coger aviones con lo que conlleva unas emisiones a la atmósfera. Entonces ellos, ¿qué ejemplo quieren dar?.
Puede ser que sea también y como muchos científicos dicen, que este calentamiento sea un ciclo natural de la tierra, como ha habido antes muchos ciclos, como son las glaciaciones, por ejemplo. ¿Puede ser que el problema del calentamiento sea ese? Puede ser, pero lo que no cabe duda, es que el hombre, incluidos activistas, mandatarios y todas las personas que habitan la tierra, estamos contribuyendo a que este ciclo sea más rápido. O no. Eso habría que verlo con más detenimiento. Sólo sé, que estas cumbres son una farsa, La ONU queda como un guiñapo de países como EEUU y China, que no cederán a sus intereses económicos, y los demás países, pues eso, a ver lo que pasa y en consecuencia actuar.
Una pena, porque cada día que pasa, el planeta está peor, y lo más chungo, que no podemos hacer nada para evitarlo, y soltando dinero, no se soluciona este problema tan grave. Y sólo cabe pensar, que futuro, que planeta y en qué condiciones, vamos a dejar este sitio conocido como Tierra, a las futuras generaciones que están por venir, ya que visto lo visto, va a ser una auténtico desastre. Menos mal, que la tierra no pertenece a nadie, salvo al viento. Hasta el año que viene. Mientras, aquí estoy, viendo pasar la vida. Salu2



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