martes, 26 de enero de 2021

Una de hospitales

En este post, les voy a explicar las diferencias entre un hospital bien hecho, con sus entregas en B, con los chanchullos correspondientes, con sus tramas, con sus favoritismos, etc, etc, y un hospital que no deja de ser unas carpas temporales. La derecha construye el Zendal, la izquierda un hospital de campaña que se ha de evacuar por el viento. Sin duda son diferentes formas de gobernar y de gastar el dinero público. Y las estamos constatando estos días. Por un lado, la construcción en la Comunidad de Madrid del hospital Isabel Zendal, que viene a sustituir al milagro de Ifema. Por otro lado, los hospitales de campaña que se han instalado en centros hospitalarios, como el de la Fe de Valencia. También tenemos el ejemplo de Andalucía, donde la Junta de Juanma Moreno está a punto de abrir el antiguo hospital militar de Sevilla, tras una reforma urgente y lo que ocurre en Castilla la Mancha, donde han sido incapaces de abrir un hospital en Toledo cuya construcción está totalmente finalizada. Ambos modelos tienen el mismo objetivo, paliar los efectos del COVID-19 y atender a los enfermos que lo requieran, pero solo un modelo es criticado por los medios de comunicación voceros de la izquierda rabiosa y por los propios partidos que la encarnan. Y es que mientras el hospital Isabel Zendal no ha dejado de recibir críticas y manifestaciones desde que se inauguró, los hospitales de campaña que monta la izquierda rabiosa solo reciben aplausos. Aunque tengan que ser evacuados, como ha ocurrido con el hospital de campaña de La Fe consecuencia del fuerte viento. Está claro que son dos modelos, el de la eficiencia de la derecha frente al cutrerío de la izquierda. Y la pregunta es fácil, un enfermo de coronavirus a dónde preferiría ir, ¿al Zendal o a un hospital de campaña?. La respuesta parece clara salvo que seas un radical izquierdoso, y aun siéndolo cuando te toca la mala suerte, entonces te acuerdas de que pagas impuestos como los de derechas y quieres el mismo tratamiento. Y por cierto, en el Zendal ya están habilitando un tercer pabellón con otras 352 camas. Ahí queda eso. Ya no digo que se supere, sino que se iguale. Ayuso será una mosquita muerta, una torpe con sus palabras, el foco de la ira de la oposición, el hazmerreír de la izquierda progre más rancias y ciega, pero ahí está, eficaz para algunas cosas, como se esa demostrando, cosa que los sociatas y sus coleguillas de poder y de gobierno, no dan pie con bola. Esa es la diferencia. España, año 2021. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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