lunes, 16 de noviembre de 2020

Habilidades

Los sociatas tienen muchas habilidades, que han logrado perfeccionar a lo largo de su historia. Pero ojo, también los partidos de lo otro lado las tienen, porque saben ustedes que vivimos en España, y eso es el matiz para entender todo lo que pasa. Como les decía, entre las habilidades sociatas, están el engañar a su electorado (véase ZPedro pactando con Bildu) y ya de paso a todos los españoles, las de robar a los ciudadanos (véase el caso de los ERES y algunos más) un dinero que iba para ellos y para mejorarle su vida, y sobre todo, y si juntamos todo lo anterior y más, tienen la gran habilidad de reírse de todos los españoles, incluidos como no, sus seguidores, afiliados y simpatizantes. Y les voy a poner un ejemplo clásico, empezando diciendo que hay otro sociata que se reirá de todos los españoles. Hoy quiero mostrar mi enorme perplejidad ante las cosas que ocurren en España con la justicia. No sé qué habilidad maquiavélica, qué conjunciones astrales o emanaciones psicodélicas ocurren, para que ¡oh casualidad! corrupciones de miles de millones de euros pasen al ostracismo de la prescripción, por arte de magia, o, por mor de unos fantasmales designios, que arrojan un resultado favorabilísimo, por ejemplo, para Manolo Chaves, que es el que se va a reír de todos los españoles, cuya vida y milagros debería ser interpretado en un romance de ciegos por un cantor invidente, acompañado de su lazarillo, en el que pusieran de manifiesto las tropelías de tan siniestro personaje. Pero vayamos al meollo de la cuestión. ¿Se va a escapar del trullo un tipo que durante su mandato en Andalucía se cometieron tantas barbaridades que era el asombro de propios y extraños? ¿Nadie va a remover Roma con Santiago ante tamañas suciedades? Es que, señoras y señores, esto es muy fuerte. Porque la mayoría de los sufridores de Chaves y muchos de sus compinches, somos los andaluces decentes que hemos pagado impuestos más altos que en el resto de España y soportado un período (rodillo total) en el que se han cometido un sinfín de guarrerías, como el recochineo de algún político del que se decía que tenía dinero para asar una vaca, o el despilfarro en mariscadas dignas de las orgías griegas donde toda clase de desmanes cabían. E, incluso, el de las facturas de prostíbulos pagados con fondos públicos. ¿Recuerdan aquellos diez millones que dieron a una empresa en la que colocaron a la hija de Chaves? ¡Recurran a las hemerotecas y verán cuántas cosas aparecen durante muchos años sobre Chaves, Griñán, Zarrias y un sin fin de cómplices! ¿Sabéis por qué pasa todo esto? Pues porque vamos caminando (o estamos ya) en una dictadura orquestada por la ultraizquierda que, además, nos quiere quitar todas las libertades y ya de paso, partirse el culo riéndose de todos los españoles, delante nuestra, sin ninguna vergüenza añadida en la cual se les caiga, y eso es lo temible y lo lamentable, que la justicia muchas veces da la sensación que sólo está para ésta clase de chusma ladrona, vividora y golfa. Y he aquí, que se demuestra una vez más. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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