lunes, 2 de noviembre de 2020

A costa de todos

Como saben ustedes y sino se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera es literalmente echar la pota. Resulta que me encontré una noticia que me dejó patidefuá, pese al escaso margen de sorpresa que a uno le deja ser súbdito español. Y les juro a ustedes por el cetro del dios Pichimichi que lo que voy a contar es cierto. Aunque comprendería que dudasen, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España, un lugar donde todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. La noticia que me puso de mala leche ya de buena mañana, es que nuestro querido amiguito ZPedro invitó a sus amigos (ojo al detalle) a Doñana a costa del Estado. Y es que ZPedro invitó a varios matrimonios con niños, a disfrutar del Palacio de la Marismillas en agosto de 2019. Todo eso, aunque sea reprochable tiene un pase, pero que presidencia se niegue a informar de esa cuestión pese al requerimiento firme del Consejo de Transparencia, pues es ya la chulería llevada al extremo. Y en este punto y si me permiten la discreta chulería, me surge una pregunta que les paso a colocar, ¿para qué queremos en España, y encima manteniéndolas todas, tantas cosas controlando algo que luego el controlado se niega a obedecer?. Todos esos matrimonios, con sus niños y por supuesto ellos (me refiero a la familia de ZPedro), disfrutaron de las instalaciones y servicios costeados con fondos públicos. Por eso, en esta España no hay monumento al sinvergüenza desconocido porque aquí los conocemos a todos. Un infeliz país donde la gente puede verse obligada a cerrar tienda o negocio por equivocarse en su gestión, pero donde ningún banco ni banquero, ni político, que llevan años equivocándose en la gestión irresponsable y malgastando un dinero que ni siquiera es suyo, pagan el precio de sus errores y de sus abusos de poder. Nunca Con lo cual, sólo me cabe pensar que este chulito de ZPedro, se ríe de nosotros cada vez que quiere, cuando quiere y como quiere, ya que los españolitos no movemos un dedo ante estas situaciones de despilfarro del erario público para disfrute de nuestra chusma política junto con amiguetes que seguramente serán enchufados en cualquier lugar de la administración, y sino lo hay, se inventa. El disparate total es que hubiese utilizado el falcon para llevarlos a todos allí. O sí, cualquiera sabe. Menudo caradura. España, año 2020. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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