lunes, 9 de diciembre de 2019

El activista

Cada vez que Javier Bardem abre la boca para dar su opinión sobre algo no relacionado con el cine es para decir alguna tontería o para soltar algún exabrupto. En su intervención durante la Marcha por el Clima de Madrid aprovechó la ocasión para insultar al alcalde de Madrid, Martínez-Almedia, por Madrid Central o a Donald Trump por abandonar los acuerdos globales. Pero también tuvo palabras para aquellos que creen que los cambios climáticos no están provocados por la acción del hombre, sino que forman parte de la naturaleza histórica de la Tierra. Para todos nosotros, a los que nos calificó de negacionistas, también tuvo su insulto ya que para él somos unos estúpidos. Y este puntito de soberbia es lo que me fastidia de estos progres, que sólo ellos llevan razón en todo lo que hablan, aunque sean auténticas gilipolleces, pero también cuando callan las evidencias que no les interesa decir. Pero claro que para listos él mismo y su esposa. Solamente hay que sentarse a ver la tele, para ver a su querida esposa publicitar algo que contamina un mogollón. Pero de eso, Javi Bardem no dice ni mu, ni la Greta ni nadie que ande con la ideología progre para este asunto del medio ambiente. Lo mismo que Javi Bardem, tampoco dice que vino a Madrid desde Los Ángeles, para asistir a esta COP en Madrid en avión, no vaya a ser que lo tilden de fascista por eso. Pero a lo que iba, recordemos que Penélope Cruz, mujer del activista medio ambiental Javi Bardem, es la imagen de la compañía COSTA CRUCEROS (sólo hay que ver su anuncio, tan idílico en medio de un mar precioso con el atardecer a sus espaladas, si es que es divino) que promociona los cruceros que esa compañía realiza por todo el mundo. Que yo sepa esos cruceros no se mueven ni por acción del viento, ni por la acción del sol y tampoco por llevar motores eléctricos. En su lugar, lleva unos motores que consumen unos 110.000 litros diarios, de media, del combustible diésel más contaminante del mundo. Pero claro, ahí no pasa nada porque ellos pueden hacer exactamente lo que les dé la gana ya que son poseedores de esa superioridad moral que les da la izquierda. Y por supuesto, porque los ingresos que reciben por ese anuncio, tienen que ser suculentos, importándoles una mierda que contaminen o no. Después sus hijos nacen en carísimos hospitales privados mientras a los demás nos recomiendan la sanidad pública. O también hablan de los derechos de los trabajadores mientras a los empleados de uno de sus negocios, “La Bardemcilla”, les aplican un ERE de dudosa legalidad. Así son ellos, así son estos listos de las narices. Javi Bardem, se debería de juntar con su amiguete Willy Toledo, y así formar la pareja más cómica y pija de España. Eso sería la repera, y sin contaminar nada, si exceptuamos sus desplazamientos en coche, en tren o en avión para decir sus gilipolleces. Que guay sería. En fin. España, año 2019. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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