jueves, 25 de abril de 2019

Todos a una

La semana pasada asistimos a una enorme pérdida cultural, religiosa y majestuosa, la quema de la catedral de Notre Dame. No tardaron muchísimos franceses, incluido el gobierno de turno, en dar la cara y lo más importante, dar dinero para arreglarla contra antes. Instituciones, fundaciones y particulares donarán dinero para que eso, la restauración de Notre Dame, sea posible. Todo esto pasa en Francia, para que ustedes entiendan de qué lado masca la iguana. Ahora estamos en España. Amancio Ortega, dueño de Inditex es criticado duramente por algunos sectores y por algún politicucho con coleta, por donar dinero a la sanidad española para que pueda comprar equipos de última generación para la cura del cáncer. Mientras los millonarios franceses aclamados por donar dinero a Notre Dame. ¿Ven la diferencia?. Pero como siempre pasa en este país ridículo hasta el disparate gracias en parte a gentuza vividora y que dice a sus votantes cosas que luego él no cumple ni por error, pues todo es criticable, aunque sea una donación. Pero les explico un poco por encima la historia de todo esto para que ustedes saquen sus propias conclusiones. Hay que retrotraerse a la fecha del 29 de marzo de 2017, que fue el día que se supo que el fundador y dueño de Inditex, Amancio Ortega, había donado 320M de € a los hospitales públicos de todo el país. Además de donaciones puntuales que llevaba tiempo haciendo para hospitales de Galicia. Poco después, donó otros 46,5M de € a hospitales de Madrid, para que se dotaran de equipos contra el cáncer. Sin embargo, todo ello despertó no pocas críticas (incluidas la de los dirigentes de Podemos), a diferencia de lo ocurrido ahora con las donaciones millonarias de empresarios franceses para la reconstrucción de la parisina Catedral de Notre Dame, de las cuales Pablito no ha dicho ni mu, aunque los que donen sean ricos, como Amancio Ortega. Los españoles, por su parte reprochaban la hipocresía de que la sanidad pública se financiara mediante donaciones y no mediante los presupuestos de las administraciones de las que dependen las Comunidades Autónomas, según leo en un periódico digital mientras buscaba esta información para ilustrarles a ustedes. Y es que una cosa es el patrimonio cultural, como dice ese medio, que bien admite donaciones y otra los derechos de la ciudadanía, entre lo que se cuenta el de la sanidad pública y universal, aunque personalmente, me parece muy positivo que alguien done equipos para facilitar la mejora y la atención de los ciudadanos, aunque la sanidad española funcione muy bien y si con estos equipos se solucionan problemas más rápidamente pues mejor, independientemente de donde provengan o quién compre esos equipos. Pero en fin, sólo recordarles que estamos en España, y ese matiz es más que importante para entender muchas de las cosas que suceden, incluidas esta que les he contado. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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