martes, 23 de abril de 2019

La inventora

Sencillamente no entiendo como Irene Montero no está en la Real Academia de la Lengua, en un sillón con una letra mayúscula. De verdad, no lo entiendo. Ya no por su palabrería y su facilidad para hablar mucho y no decir nada, sino por la capacidad que tiene de enriquecer el maravilloso castellano con palabras y palabros nuevos/as. Y es que Irene Montero nos sorprende de nuevo con un nuevo y ridículo palabro en su pretensión de que se pueda votar con 16 años. Esta chica todos los días con una chorrada nueva, hay que ver. Resulta que Podemos quiere que se pueda votar con menos de 18 años, ellos/as quieren que las personas puedan votar a partir de los 16 años. Y esa pretensión se basa en que las personas de 16 años todavía no están demasiado formadas y pretenden que ese sea un caldo de cultivo de votos para su formación. Y eso es algo que ve claro hasta un recién nacido. Y para argumentar su propuesta, Podemos, como hace siempre, tiene que buscar un enemigo. Y en este caso el enemigo para los menores seríamos los adultos que somos tan malos que no queremos que los menores de 16 años voten, no por no estar todavía formados, sino porque pretendemos estigmatizarlos por ser menores. Y para esa nueva historia, Podemos, se ha inventado un nuevo palabro que ha acuñado, cómo no, Irene Montero. Ese palabro no es otro que ADULTOCÉNTRICA. Atención a la moza lo que dice que la sociedad no quiere que los menores de 16 años voten porque tenemos una sociedad adultocéntrica. Toma del frasco, Carrasco. Ya tenemos a un nuevo enemigo al que atacar. Y la señora de Iglesias, diputada ella y heredera natural de Podemos, va y se queda tan ancha. Se inventa una nueva palabra y, lo peor, se inventa un nuevo enemigo y a vivir que son dos días. Pero esto no es nada nuevo en el comunismo. Viven de manipular el lenguaje y sobre todo de buscar un enemigo/a, intentando generar problemas donde no existen. No les escucharán hacer ninguna propuesta sensata sobre el paro, las pensiones, la economía, o la unidad de España. Pero buscar enemigos y enfrentamientos donde no los hay, eso sí, porque en eso se ha basado históricamente su dañina ideología, y será su ADN hasta que desaparezcan, si es que lo hacen alguna vez. En fin, se me acaban las palabras o no tengo palabras para definir a esta inventora del lenguaje, tan leída y tan estudiada. La verdad que me supera, y es que para inventar palabros se basta ella sola. Vaya panorama que nos espera. En fin. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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