Menuda carta

Como saben ustedes y si no se lo recuerdo yo, voy a desayunar todos los días al bar de mi amigo Pacorro. Se lo pueden tomar como una chulería por mi parte como otra cualquiera, el caso es que me presento allí. Resulta que Pacorro compra la prensa diaria para que sus parroquianos y los que no lo son, se culturicen porque leen, se informen ya que leen la prensa y vomiten gracias a la prensa que leen, porque cabe recordar que abrir un periódico en esta España salchichera en la que vivimos es literalmente echar la pota. Y aguantando estoy. No sé si ustedes conocerán a Francisco Javier Martínez, un tipo con poder, con mando, con jerarquía dentro de la institución en la que está y a la que representa. Es un tipo polémico, porque de vez en cuando suelta algunas afirmaciones lapidarias que son muy lamentables. La última ha sido “ROMPER CON EL PP Y ANIMA A NO VOTARLE”. Hombre, eso viene de algún pijo comunista, o de algún perro flauta y tiene sentido, pero viniendo de este personaje, me hizo que pensar y fue cuando cogí el periódico con las dos manos y empecé goteante el colmillo a leer lo que decía para ahora resumírselo a ustedes. Francisco Javier Martínez, es para su información el Arzobispo de Granada, el cual a través de una carta, y utilizando un lenguaje extrañísimo, con unas reflexiones a veces confusas y un esquema en su carta que parece jugar con acertijos al lector, el polémico Arzobispo ha publicado una carta para orientar a los electores cristianos. Una carta que está generando una enorme polémica pues significaría un salto cualitativo de la Iglesia española que cambiaría de bando y del PP saltaría, al menos en la jerarquía granadina, a la ultraderecha de Vox. Con el título de Trágica confusión en el pueblo cristiano, el polémico y mediático obispo pone en cuestión al PP, al que no nombra en su larga carta, preguntándose por el significado de votar a una cierta derecha (la primera en la frente al PP). Martínez dice que se ve en la obligación de hacer públicas estas reflexiones como pastor de la Iglesia Católica por lo que entiende que es necesario que eso se sepa. El Arzobispo quiere compartir con su feligresía la preocupación que a él le embarga al oír reiteradamente en ambientes que se consideran verdaderamente católicos y que se disponen a votar a una opción política representada por un partido al que perciben como el más cercano a la visión cristiana del mundo. Y es ahora cuando le lanza el misil al PP (la segunda en la frente): Por muy paradójico que parezca, votar a una cierta derecha es votar a una cierta izquierda, hasta el punto de que esa derecha parece a veces casi subvencionada. Desde luego, es esa cierta izquierda quien la provoca y la hace crecer y la alimenta gustosamente. No hay que saber leer entre líneas para saber que es el PP el receptor de ese dardo tremendo aunque también podría extenderse a Ciudadanos al mismo tiempo ya que la crítica al liberalismo y a lo liberal se reitera en varias partes de la carta. Una cierta derecha, dice. En fin, saquen conclusiones. Laus deo. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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