viernes, 22 de marzo de 2019

El chulo

La semana pasada, en el juicio del procés, habló un tipo que no sabía hablar español (o no quería hacerlo), cuando se le preguntaba por ciertas formas de actuar de la policía catalana durante el 1 de Octubre. Y cuando la semana pasada le tocó hablar como testigo en ese juicio, hablaba español mejor que yo, y eligió defenderse él antes que apoyar a los políticos presos. Les hablo de Jose Luis Traperos, Mayor de los mozos de escuadra en el periodo en el que sucedieron los hechos que se juzgan. Chulo, prepotente, arrogante…, e ignorante, son cualidades que suelen andar parejas. Vi al ex mayor de los mozos declarando en el Tribunal Supremo, y parece que habla un español correcto, como no podía ser menos, como ya les he comentado antes, y me pregunto si éste es el chulo que pretendía que los periodistas extranjeros le preguntasen en la lengua del imperio, es decir, en catalán. Es lo que pasa con los catalanes y adosados como él, que de tanto mirarse al ombligo se creen que Cataluña es el centro del mundo, que Cristóbal Colón nació allí, que Cervantes era catalán, por supuesto, y que, aunque Miguel Servet nació en Villanueva de Sigena, esa villa pertenece a la zona de Aragón que ellos llaman la franja, y por lo tanto, también era catalán. Y se quedan tan anchos. El problema de los tontos, y de los ignorantes, es que al final se creen sus propias mentiras, y como dijo no me acuerdo ahora quién, cuando un tonto sigue un camino, se acaba el camino pero sigue el tonto. Y como dijo otro (que tampoco me acuerdo ni tengo ganas de levantarme a mirarlo), a un tonto no hay manera de convencerlo de que deje de serlo, porque para eso hay que bajar a su nivel. Y en ese nivel, los tontos son imbatibles. Sobre todo en España y en Cataluña, que ha fecha de hoy, todavía es española. Me ha sorprendido mucho, la verdad, leer en la prensa, que ni la Fiscalía ni la Abogacía del Estado habían citado al ex Mayor (pero al que se le ha conservado el sueldo, parece ser) como testigo. Acojonante y además no tengo palabras. Como siempre pasa en este país cuando la justicia te llama a careo, el personaje éste solo pasaba por allí. Vamos, que no tenía ni idea del despliegue de los Mozos (o más bien del acuartelamiento del cuerpo), de su total pasividad, por no decir traición a la guardia civil y policía nacional, que se batieron el cobre como cosacos. ¿Quién dio instrucciones a la fiscalía, y órdenes a la abogacía del estado, y sometidos al principio jerárquico de la autoridad, de no llamar a declarar al Mayor Trapero…? Hasta un fiscal sustituto hubiera citado a dicho individuo, para que diera claras explicaciones de su no hacer, a quien obedeció realmente, si a la Autoridad Judicial o a los políticos separatistas de la Generalidad (aunque los hechos son tozudos, y está más claro que el agua), etc. En definitiva, se ha pretendido deshinchar el proceso, quitarle importancia, no enjuiciar la traición de los mandos de los mozos, y digámoslo claramente, del propio Cuerpo. En fin. Mientrasa quí estoy, viendo pasar la vida. 

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