lunes, 14 de enero de 2019

Vivir dignamente

Para esta chusma política catalana lo de vivir dignamente es sólo aplicable a ellos. Les importa una mierda que haya españoles catalanes que vivan en la calle, les importa una mierda que vivan españoles catalanes al borde de la pobreza (eso sí, pagando sus impuestos también) y les importa una mierda los ciudadanos españoles catalanes, como se ve día sí, día también. Toda esta indignación, me llega porque no soporto ver ni leer ciertas cosas que están pasando en este país de pandereta y que el gobierno permite gracias a su pasividad y gracias también por no coger el toro por los cuernos y solucionar de una vez por todos los problemas. Resulta que el Gobierno catalán hará todo lo necesario para que los ex presidentes vivan dignamente, como si no lo hicieran ya a costa de todos los españoles, catalanes o no catalanes que pagamos los impuestos para que eso suceda. Pero lo más gracioso de todo, es que nos quieren hacer tontos y resulta que la lista de turno, la conocida como Artadi ha asegurado que el origen de la modificación de esta ley es el Alzheimer que padece Pasqual Maragall y no ningún tema relacionado con Puigdemont. Garantizar a los ex presidentes de la Generalitat la atención y el apoyo que necesiten en todas las etapas de la vida es el objetivo de la modificación de la Ley 6/2003, que impulsado el Gobierno catalán. Concretamente, el Ejecutivo ha autorizado a todos los departamentos a realizar las actuaciones oportunas dentro de sus competencias con el fin de asegurar el derecho a vivir dignamente de los ex presidentes, cubriendo sus necesidades personales y sociales básicas. No obstante, ¿qué pasa con el caso del ex presidente huido en Bélgica, Carles Puigdemont?, ¿o el ex presidente acusado de corrupción, Jordi Pujol el cual no se acuerda de nada de lo que hizo?. La consejera de Presidencia, Elsa Artadi, ha asegurado que el origen de la modificación de esta ley es para la enfermedad degenerativa que el ex presidente Pasqual Maragall padece y ha garantizado que no se deriva ningún beneficio económico o material para el ex Carles Puigdemont. La poca vergüenza acaba aquí. La desfachatez ha llegado a su punto máximo. La dejadez ha llegado a tal extremo que esta bola es difícil de parar ya. Hasta aquí hemos llegado y ya no hay vuelta atrás. Vivir dignamente, dicen los gobernantes catalanes. Vivir a costa de los demás es lo que yo digo. Vivir, es lo que no nos dejan hacer nuestros asquerosos políticos de pacotilla que tenemos la mala suerte de tener y de mantener, que es lo peor de todo. Gentuza barriobajera es lo que tenemos en los gobiernos. Realmente vomitivo. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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