miércoles, 8 de noviembre de 2017

La huída

Tiene tintes de película, pero es la cruda realidad de un país que desde todos los países (o casi todos) miran a los españoles con lástima, como súbditos de un país de fantoches y surrealista hasta el disparate. Resulta que le valiente Carles Puigdemont se ha fugado a Bélgica y más concretamente a Flandes en donde al parecer tiene colegas con aires independentistas como él. Pero en su huída ha dejado a casi todo su gobierno en la estacada, con los pantalones bajados, a los pies de los caballos por decirlo en otro término, y gracias a su huída impecable y sin hacer ruido (o casi sin hacerlo), ha provocado que la juez Lamela haya metido en el trullo a el resto de consejeros que gritaban por una república catalana independiente y fuera de la ley. Pero Puigdemont al parecer no ha medido bien los daños colaterales que su huída ha provocado, y ahora desde ese país europeo exige al gobierno español que deje libre a los que él malamente llama presos políticos. Pero resulta que no son presos políticos, sino políticos presos porque simple y llanamente se han saltado la ley, han montado un circo en el parlamento catalán, se han pasado por el arco del triunfo las decisiones judiciales y así, si el gobierno los hubiese dejado actuar de la misma manera que lo hacían, pues hubiesen seguido igual o peor. Pero la justicia aunque lenta, sigue su curso y sus procedimientos. Al valiente Robbin Hood catalán, ahora conocido como el fantasma de Flandes, el conocido normalmente como Carles Puigdemont, está en busca y captura, como un delincuente de lo más vulgar. Él y sólo él se ha buscado su propio destino. Cabe esperar que la justicia belga actúe en consecuencia y mande detener a éste prófugo. El futuro de Carles Puigdemont ya está en manos de la justicia belga. Menos de una hora después de que la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela dictara la orden europea de búsqueda, detención y extradición, esta ya había llegado a Bruselas. La Fiscalía Federal belga ha confirmado su recepción, en torno a las 21.00 horas del viernes. Y, también, que va a tener trabajo este fin de semana. En primer lugar, está previsto que hoy la estudie y la traduzca a una de las tres lenguas oficiales del país, un primer paso para poner en marcha el proceso de extradición. Más tarde, se enviarán a un juez de instrucción las notificaciones de extradición contra Carles Puigdemont y los cuatro exconsellers que se han refugiado en Bélgica. Si irán o no a prisión preventiva dependerá del magistrado, del que aún no se conoce su identidad, según explica el portavoz de la Fiscalía Federal belga, Eric van Der Sypt. Otro ridículo más para la imagen de España, otro circo montado por estos independentistas fantoches, cutres y salchicheros, otro hazmerreir internacional, como si no tuviéramos bastante con los rufianes y con los tardas de turno aquí. Huir y exigir cosas imposibles ha sido la solución de Puigdemont al mal llamado conflicto. Es lo que tiene ser un analfabeto y un papanatas. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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