miércoles, 15 de noviembre de 2017

Caquita en el tanguita

La semana pasada cayó otro mito independentista. Lo hizo delante de un juez del Tribunal Supremo (TS). Ese mito proclamaba desde el sillón de la presidencia del parlamento catalán NI UN PASO ATRÁS, es el mismo mito que se paso por el forro los 4 requerimientos del Tribunal Constitucional (TC) advirtiéndole de que lo que se iba a hacer era ilegal, el mismo mito que hizo que se votara en el parlamento y en secreto la DUI con tan solo 70 fantoches, el mismo mito que luego proclamaba la DUI partiéndose el culo y con cara de satisfacción, el mismo mito que encabezaba manifestaciones, en definitiva, Carmen (que así se llama el mito) la libertadora cayó delante del juez del TS. En cuanto el juez le dijo de qué color era la celda que iba a ocupar en Alcalá Meco, Carmen la libertadora se hizo caquita en el tanguita, pasando a acatar la Constitución y encima con garantías de que no iba a saltarse ni un artículo, vino a decir que el proces no era legítimo, que simplemente era un juego entre amiguetes independentistas y para colmo renegó de todo el proces el cual ella participo activamente y sin reparos. Le falto sólo gritar viva España y jurar la bandera española en el despacho del juez del TS, con lo cual ahora es la nueva Carmen de España. Pero todo lo anterior no evito que durmiera en la cárcel, la cual dejó al día siguiente pagando los 150.000€ de fianza (que alguien de la ANC pagó sin titubear) y asumiendo algunas medidas cautelares impuestas por el juez del TS. ¿Y ahora qué va a ser de ella y del proces?, sería la pregunta idónea. Resulta que cuando la justicia española ha empezado a funcionar y a pedir responsabilidades, todos estos independentistas han tirado cada uno por su lado y han hecho algo tan español como lo es un sálvese quien pueda, y una vez visto la clase dirigente que se postulaba para gobernar una Cataluña independiente sólo cabe recapacitar y pensar en qué manos iban a estar los catalanes normales. En cuanto los problemas se les han acumulado, todos han saltado del barco y se han encontrado con la cruda realidad. Han pasado de comer y disfrutar de la buena vida, a comer rancho como cualquier delincuente normal y a vivir en una celda de 10m2 por su fanatismo independentista, el cual les ha llevado a esta situación. Las consecuencias de todo lo que se hace hay que asumirlas, y todo este proceso judicial acabará en sanciones económicas o en la cárcel, porque recordemos que están acusados de delitos muy graves con el agravante de que además son difíciles de sostener los argumentos de defensa. Lo tienen bastante complicado y por una parte me alegra de que así sea. La nueva Carmen de España lo estará pasando mal, pero ella y sus miles de secuaces fanáticos independentistas, se lo hizo pasar mal a miles y miles de catalanes que les importaba una mierda todo el proces y todo este circo independentista. Ahora que se cague encima todo lo que quiera, porque ella se lo ha buscado. Mientras aqui estoy, viendo pasar la vida.

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