domingo, 31 de enero de 2016

Algo bueno

No todo van a ser cosas malas dentro de la forma de pensar de algunas fuerzas políticas. Podemos, el partido del coletas Pablo Iglesias, forzó que los diputados consignaran en octubre si habían vendido o comprado bienes desde que asumieron el cargo en junio. Por este motivo, José Cabrera Orellana, del PP, dimitió para no publicar su patrimonio. 
José Cabrera Orellana era diputado desde 1999. Un trabajo parlamentario que compatibilizó con su labor empresarial (eso para el resto de los españoles es imposible). Es administrador de Vega de Carabaña desde julio de 2009. Ha creado la marca Huerta de Carabaña, que cultiva gran variedad de frutas, verduras y hortalizas. También es administrador de la constructora Under desde junio de 2009 y administrador desde el mismo año de una empresa que trata baterías usadas, Reciplomo (¿y cuándo se ocupa de los problemas de los ciudadanos al ser parlamentario?). ¿Por qué esperó hasta el último día que había para presentar la declaración de bienes para dimitir?, se le pregunta, teniendo en cuenta que cuando se presentó a las últimas elecciones en mayo ya tenía las empresas y sabía que tenía que hacer públicos sus bienes. La contestación de este tipo fue la siguiente: “PUES POR UNA RAZÓN SENTIMENTAL, Y TAMBIÉN PORQUE NO TENÍA TAN CLARO QUE AQUELLO SE PRODUJERA DE LA FORMA TAN TAJANTE COMO SE PRODUJO”. Toma del frasco, Carrasco. 
Gracias a Podemos, ha pasado esto, ya que la formación morada se opuso a que los parlamentarios detallaran los bienes que tenían en la fecha que presentaban la declaración, es decir, en octubre, tal y como indicaba una instrucción interna de la Asamblea. Podemos quería que figurasen los bienes que los diputados habían presentado ante notario meses antes, en verano, en contra de la opinión del PP y de la presidenta de la Asamblea, Paloma Adrados. Según Podemos, si se declaraban los bienes a fecha de octubre no se podía conocer si los diputados habían hecho ventas o compras desde que tomaron posesión del cargo en junio. Menos mal, que sino este José Cabrera Orellana no hubiese dicho ni pio al respecto de todo lo que tiene acumulado. 
De vez en cuando el sistema funciona. Lo que yo no entiendo es por qué no funciona siempre. Hay diputados que saben que hay cosas que no se pueden hacer, pero insisten en hacerlas por si cuelan. En muchos casos pasan, pero en otros como es este impiden que empresarios de este tipo cobren también un sueldazo por ser diputado. Pero el quid de la cuestión no es ese, es que se puedan aprovechar de su cago parlamentario en beneficio de sus propias empresas y en definitiva, el suyo propio. Menos mal que Podemos estaba atento a los movimientos, que si no hubiese sido otra colada por parte del diputado del PP con el visto bueno de su partido. Menos mal. Porca miseria. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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