Se han dado cuenta

“UNA PAREJA DE PAQUISTANÍS COBRABA 10.000€ AL MES EN AYUDAS SOCIALES”. No se asusten queridos blogueros, aunque comprendería que lo hicieran, porque en un país normal, algo así sería imposible. Pero recuerden que éste no es un país normal, sino España: un lugar donde, todo disparate, por gordo que sea, tiene su asiento, y donde, por poner un ejemplo clásico, una ardilla podría cruzar la Península saltando de gilipollas en gilipollas sin tocar el suelo. 

Esto es lo que ha pasado en Vitoria, en donde esa pareja defraudaba a la administración falseando su identidad. Hasta en 10 ocasiones lo hizo para conseguir ayudas sociales de forma fraudulenta. Él cobraba 6 rentas de garantías de ingresos al mismo tiempo, y su mujer las 4 restantes. Estas percepciones sociales eran otorgadas desde las oficinas de empleo y ayudas sociales del Gobierno Vasco. Una renta, que podría variar entre los 6.000 y los 10.000€ mensuales. Se calcula que durante los más de tres años (ojo al dato blogueros) que engañaron al Gobierno vasco, ganaron 395.000€. Cuatro personas ya han sido arrestadas por estos hechos. Menos mal que alguien hace algo, se podría añadir. 

Las preguntas que me surgen pueden ser: ¿cómo se han dado cuenta de este fraude estando en España como estamos?¿no ha salido ningún Willy Toledo protestando por la retirada de estas ayudas a estos pobres pakistaníes?, porque ya sabemos cómo las calza el amigo Willy cuando se trata de defender los derechos más básicos de estas personas. Para él (Willy me refiero), esto será un ataque a los principios más elementales de los derechos humanos por parte de la administración. Porque ni París ni Roma, para su envidia cochina, gozan de impunidad casi absoluta para decir y hacer ciertas cosas. Pero cualquier ejercicio de autoridad legítima por parte de las autoridades para defender los derechos de los españoles, se considera acto de represión totalitaria filo fascista. Y eso es lo que hay en mi querida España. 

Pero resulta, que los simpáticos pakistaníes tenían algo más gordo montado, y la Ertzaintza ha descubierto una red que se dedicaba a falsificar documentación para facilitar el cobro de las ayudas sociales a personas de aquel país. En Vitoria se han descubierto un centenar de empadronamientos falsos de paquistaníes. De hecho, la población paquistaní se ha triplicado, de 500 a 1.500 personas censadas. Es decir, y dicho en castellano castizo, “ESTA RED ESTABA PRODUCIENDO UN EFECTO LLAMADA PARA VENIR Y VIVIR DE LAS AYUDAS SIN QUERER TRABAJAR”. 

Menos mal que se han dado cuenta del movidón y han podido pararlo, porque si no hubiese sido así, entre políticos, entre sindicalistas (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo), entre gentuza colocada en consejos de administración de bancos, etc, etc, etc, España estaría más hundida en la mierda de lo que está. Menos mal. Qué suerte hemos tenido y cuánto nos han ahorrado al descubrir esta red de delincuentes. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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