Otra vez a hacer el ridículo

Relaxing cup of café con leche, esto es seguramente lo que la impresentable de Ana Botella dirá en la cumbre de Davos a la que va a asistir porque Mariano Rajoy le ha dado portazo por problemas de agenda. No olviden ustedes queridos blogueros, que en esta cumbre se reúnen 40 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo para hacer no se qué y hablar de no sé cuánto, pero que sirve para gastar dinero en dietas y en hoteles de lujo para que todos estos políticos estén como en su casa. Ah un detalle importante, en este evento el idioma oficial es el inglés, con lo que ya tenemos el circo montado con la representación española. Olé, olé. 

Pero la Botella no irá sola, le acompaña su homologo el alcalde de Barcelona (que para estos viajes sí es español) y el ministro de Industria el señor Soria para ver si se entera de cómo otros países mundiales han logrado liberalizar de verdad el sector eléctrico sin que las compañías eléctricas se coman a ningún representante del gobierno. 

La Botella ha tenido tiempo de aprender inglés desde el famoso ridículo de Argentina y lo del café, para que en esta cita internacional no haga otra vez el ridículo y deje a España a la altura del betún como nos dejó en la tierra de la Pampa. Con lo que gana la tía y no tiene ¿para una academia?. 

Lo que pasa en España es simple y llanamente de risa. Una representante de una ciudad como Madrid y que no sepa inglés, sólo pasa en un país de pandereta como es el nuestro y demuestra también que el sistema educativo que cada partido cambia cuando llega al poder para adaptarlo a su ideología política, hace aguas por todos los lados, y lo peor de esto es que en el resto del mundo lo saben. De ahí mi extrañeza de que manden a la Botella a este lugar con tantos jefes de Estado y no se les caiga la cara de vergüenza. La verdad vamos a ser otra vez el hazmerreir del mundo mundial. España, eso lo dice todo. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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