Estoy en una librería echando un vistazo a las últimas novedades editoriales para ver si me hago con algo. En un momento dado veo a una mujer embarazada acercarse a la dependienta con dos libros en la mano. La mujer embarazada le pregunta a la chica si tiene el libro tal sobre como criar a tú bebé, ya que los que llevaba le había dicho una amiga suya que eran demasiado estrictos para educar con facilidad al retoño. La dependienta le dice que sí, que lleva toda la razón que esos libros son para edades superiores, para 5 ó 6 meses uno y partir de un año el otro. Continuaba la dependienta que el libro que buscaba era el idóneo para los recién nacidos, porque era menos severo a la hora de aconsejar a la mama de cómo llevar al retoño por el buen camino.
Mientras yo asistía atónito a la conversación entre futura mamá y dependienta. Una vez se fueron marchado una con su libro menos severo y la otra lista para cobrarlo, encontré lo que buscaba. Pague a la misma chica que había atendido antes a la embarazada y futura mama y me largue con una sensación un poco extraña. Me senté en un bar a tomar un café y me vino a la cabeza la escena que había visto en la librería. Después de mucho darle vueltas a la escena, saque dos conclusiones primordiales: La primera, que ahora las mamas ya no son como antes, y en consecuencia los hijos tampoco lo son, ya que serán niños hechos a base de manuales y libros que a algún lumbreras de alguna editorial se le ocurrió publicar y encontró la gallina de los huevos de oro. Y la segunda conclusión, que ya no hay mamas ni niños como los de antes, es decir, niños que jugaban y sus mamas les pegaban azotes, niños que se criaban con el buen criterio que su madre y padre creían tener, niños que al cabo unos años eran responsables y sabían apreciar lo que tenían, niños que nunca supieron lo que era una play station, una DS, un móvil y sin embargo tenían unos valores y una educación que muchos de los de ahora quisieran tener. Pero claro, todo eso no viene en ningún manual que puedas comprar en cualquier librería, ya que el sentido común de esas madres que no leían tanto, no puede comprar. Penosa la escena que vi, y me die a mí mismo que vaya suerte la mía de tener unos padres que me criaron sin manual, me criaron en unos valores que ahora en mi edad adulta me están valiendo para vivir plenamente e intento inculcar a mis retoños, y que pena cuando veo esos chavales/as borrachos, sin nada que hacer, sin nada a lo que jugar si no tienen móvil, ni ningún videojuego y que además son esclavos de las redes sociales. Éstos son los niños de los manuales que sus madres sin saberlo están criando gracias a esos libros. Yo he tenido mucha suerte. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.
Mientras yo asistía atónito a la conversación entre futura mamá y dependienta. Una vez se fueron marchado una con su libro menos severo y la otra lista para cobrarlo, encontré lo que buscaba. Pague a la misma chica que había atendido antes a la embarazada y futura mama y me largue con una sensación un poco extraña. Me senté en un bar a tomar un café y me vino a la cabeza la escena que había visto en la librería. Después de mucho darle vueltas a la escena, saque dos conclusiones primordiales: La primera, que ahora las mamas ya no son como antes, y en consecuencia los hijos tampoco lo son, ya que serán niños hechos a base de manuales y libros que a algún lumbreras de alguna editorial se le ocurrió publicar y encontró la gallina de los huevos de oro. Y la segunda conclusión, que ya no hay mamas ni niños como los de antes, es decir, niños que jugaban y sus mamas les pegaban azotes, niños que se criaban con el buen criterio que su madre y padre creían tener, niños que al cabo unos años eran responsables y sabían apreciar lo que tenían, niños que nunca supieron lo que era una play station, una DS, un móvil y sin embargo tenían unos valores y una educación que muchos de los de ahora quisieran tener. Pero claro, todo eso no viene en ningún manual que puedas comprar en cualquier librería, ya que el sentido común de esas madres que no leían tanto, no puede comprar. Penosa la escena que vi, y me die a mí mismo que vaya suerte la mía de tener unos padres que me criaron sin manual, me criaron en unos valores que ahora en mi edad adulta me están valiendo para vivir plenamente e intento inculcar a mis retoños, y que pena cuando veo esos chavales/as borrachos, sin nada que hacer, sin nada a lo que jugar si no tienen móvil, ni ningún videojuego y que además son esclavos de las redes sociales. Éstos son los niños de los manuales que sus madres sin saberlo están criando gracias a esos libros. Yo he tenido mucha suerte. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.
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...traigo
ResponderEliminarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
EREMOS
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE MEMORIAS DE AFRICA , CHAPLIN MONOCULO NOMBRE DE LA ROSA, ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER ,CHOCOLATE Y CREPUSCULO 1 Y2.
José
Ramón...