2 Años ya

Se van a cumplir 2 años de la muerte y desaparición de Marta del Castillo. Todo sigue igual, excepto que ahora ha empezado el juicio contra sus “presuntos asesinos y colaboradores del asesino”. Un fracaso para la Policía Nacional, que no ha sido capaz de encontrar una pista fiable de donde puede estar el cuerpo de Marta. Y también se ha visto claramente como un chaval de 16 años con ayuda de sus colegas se ha reído de la policía, de la justicia y de todo un país.
Qué casualidad que el juicio comience cuando se cumplen 2 años de su desaparición. ¿Casualidad?, puede ser, pero en mi opinión hay algo más que casualidad. Es seguramente un toque de atención para que esta ley del menor sea reformada, porque hace aguas por todos lados y que como se ha visto un menor puede hacer una gran fechoría como ésta, y salir de rositas a los pocos años.
La justicia en España deja mucho que desear, porque a la mala legislación que hay, se añade la interpretación que cada juez da a la ley según su criterio. Para uno una ilegalidad puede ser motivo de 20 años de cárcel, mientras que para otro la misma legalidad puede ser motivo de una multa y de una inhabilitación. Por eso, llegan unos mocosos con unos abogados que medianamente conozcan su oficio y lían un tinglao que no se sabe ni quién es el malo, el bueno, el acusado ni nadie. Por eso muchas veces un abogado habilidoso es más útil que el mejor juez del mundo.
Mientras, los padres de esta chavala sufriendo porque no han podido dar un entierro digno a su hija, aguantando unas sesiones en donde se oirá de todo y luego para colmo esperar una sentencia que no los dejará contentos para nada, porque como dice la ley, “si no hay cuerpo no hay delito”, entonces ¿qué juzgan?. Mi sensación particular es que es un circo para acallar las críticas de una instrucción judicial mal hecha, gracias en parte al fracaso de una policía nacional que no ha sabido dar con la tecla adecuada para resolver este caso, que en un principio parecía fácil pero como se ha visto se ha convertido en una pesadilla para padres, policías y jueces. Que mala suerte han tenido. Desde aquí mi apoyo, si es que vale de consuelo. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

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