jueves, 7 de enero de 2010

Los nuevos métodos de hacer presión

La activista Aminatu Haidar ha cambiado la manera de hacer presión a un gobierno o a varios de ellos, para conseguir sus objetivos. A costa incluso de poner en peligro su vida. Estos casos extremos ya se habían dado antes en nuestro país, como el caso del terrorista de Juana Chaos, pero con la diferencia de que éste dependía del gobierno, y Aminatu no. O lo que es lo mismo, a uno tenían que alimentarlo a la fuerza y a la otra pues no, ya que vulneraba derechos constitucionales, según su abogada.
Pero ese no es el quid de la cuestión. El problema, es que Aminatu ha sentado un precedente un tanto peligroso y arriesgado, que es ponerse en huelga de hambre por cualquier motivo, es decir, ya no basta con presentar reclamaciones, ya no basta con denunciar a quién sea, porque si no se logra lo que consideramos justo, pues no ponemos en huelga de hambre como forma de presión hasta conseguir lo que consideramos justo. ¿Hasta ahí somos capaces de llegar? Parece que sí, porque lo que se ha visto en estos días atrás, demuestra eso, que es más importante un billete de avión que nuestra propia salud para poder seguir haciendo nuestra vida normal.
La sociedad está cada vez más enferma, y actos como estos, demuestran que es así. No sé lo que tiene que ser pasar por esas situaciones, tanto la de Aminatu, como la de las personas latinoamericanas que se quedaron en tierra por el cierre de una compañía aérea. Eso no justifica bajo ningún concepto destrozar tu salud para conseguir lo que se pretende, ya que para todo en la vida hay solución, excepto para la muerte. Yo veo bien que la gente haga presión en las puertas de las embajadas, consulados para que éstos les solucione un problema que ni ellos ni sus representantes políticos han provocado, pero ahí deberían de estar los gobernantes, solucionando los problemas y una vez resueltos pedir las explicaciones correspondientes a quién corresponda, como ha hecho el Ministerio de Fomento español, primero solucionar y después pedir explicaciones.
Por eso, lo de Aminatu ha sentado un precedente que va a poner en muchos aprietos a los gobernantes, porque ¿cómo actuar en unos casos así?. No quisiera imaginarme lo que sería que todos los activistas que luchan contra el cambio climático actuaran de esas manera para conseguir sus fines, ¿qué pasaría entonces?¿se solucionaría el cambio climático?. No lo quiero ni imaginar. Pero quién sabe. De la respuesta que den ahora los gobernantes a esta forma de presionar, se podrán solucionar de una u otra forma estos problemas con mejor o peor solución. Pero como se dice, nunca llueve a gusto de todos, y alguna parte tendrá que ceder, para evitar un final trágico. Mientras, aquí estoy, viendo pasar la vida. Salu2

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