domingo, 27 de noviembre de 2016

Pasándose la pelota

Les voy a dar un dato para meterlos en contexto. Desde que se inició la crisis, el recibo de la luz ha subido un 63,5%. La mayor parte de esa subida todo el mundo sabe para lo que es, para pagar los sueldos de ex políticos que se sientan en los consejos de administración de esas eléctricas ladronas y así devolver los favores que en su momento esos ex ministros hicieron a estas empresas ladronas. Lo que sobra de esa subida es para repartir dividendos entre los accionistas, pagar sueldos y pagar un poco de mantenimiento de las líneas eléctricas que tienen para así asegurar el servicio a los ciudadanos. 
Pero hace unos días, pasó algo inaudito, que fue que “UNA ANCIANA FALLECIÓ POR UN INCENDIO CON UNA VELA, PORQUE LA COMPAÑÍA ELÉCTRICA LE HABÍA CORTADO LA LUZ”. Como siempre pasa en este piojoso país, lleno de corruptos, de vividores, de morralla política, de poderosos lobbing empresariales y demás escoria dirigiendo consistorios y más cosas, como les digo, se están pasando la pelota ahora en ver quién ha tenido la culpa de que esto suceda. 
El ayuntamiento dice que la compañía eléctrica no les había comunicado el corte, y la compañía a su vez dice que sí se lo había comunicado. Como pueden ver ustedes lo de siempre. Dijo alguien, que en toda discusión siempre hay tres versiones, la de uno, la del otro y la verdad, y en este caso la única verdad que hay es que ha muerto una mujer por culpa de un corte de luz por deber dos meses a la compañía eléctrica. Da que pensar esta situación. 
En la vivienda del 2ºB en que habitaba la fallecida, uno de los seis pisos de un inmueble de tres plantas, todavía se podían observar restos de otras velas en las distintas estancias. Los bomberos creen que el fuego se inició sobre las 3,30 horas en el dormitorio. En la reconstrucción del suceso, la mujer, sobresaltada por las llamas, cayó al suelo al tratar de huir y ya no pudo levantarse. A su llegada, los efectivos del SEM (Servicio de Emergencias Médicas) no pudieron hacer nada por su vida pese a realizarle las maniobras de reanimación. Un hombre de 43 años y un menor también fueron atendidos con síntomas de ansiedad. 
Lo más lamentable de todo, es que nadie quiere acarrear con el muerto, dicho de esta manera, y en estos últimos días se está viendo el por qué. La compañía eléctrica defiende lo suyo, su buen hacer, su buena manera de actuar haciéndolo bajo el paraguas de la ley, etc, etc. El ayuntamiento por otra parte defiende también lo suyo, su buen hacer, sus buenos servicios sociales con los cuales prestan ayuda en casos como este, pero resulta que en este la ayuda no ha llegado. ¿Culpables?, bajo mi punto de vista ambos. Si la justicia fuera de verdad en este país, obligaría tanto al ayuntamiento como a la eléctrica a indemnizar con una súper millonada ejemplar a los familiares. Pero ya les digo, si la justicia fuese de verdad, cosa que en este país no pasa y por eso esta muerte no tendrá mucha más repercusión. Es lo que hay, Maikel Naig. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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