domingo, 13 de noviembre de 2016

El cazado

Hay cosas que jamás nunca entenderé, o sí teniendo en cuenta el país en donde vivo y máxime cuando el padre de este muchacho del que les voy a hablar, se fundió 178.000€ con las tarjetas Black de Caja Madrid cuando era algo en esa entidad. Y no las entenderé por la sencilla razón de que las explicaciones que da el cazado dejan mucho que desear. Por ejemplo: el dice que se compro el piso, y que luego a los 3 meses de haberlo tenido, se dio cuenta de que no podía pagarlo, con lo que lo tuvo que vender. Hasta ahí todo normal. Lo anormal viene ahora, y es que ese piso era VPO, es decir, un piso pagado con dinero público. Teniendo en cuenta que el cazado fue abanderado de estas causas, pues de ahí el no entender esas actuaciones y formas de actuar. Y luego las explicaciones tan banales que da el colega. 
El diputado autonómico madrileño y senador de Podemos, Ramón Espinar, hijo del procesado directivo de Caja Madrid, vendió el piso protegido que le adjudicó la cooperativa Vitra (que es el conjunto de cooperativas de viviendas impulsada por el sindicato CCOO (no se rían por dios, en España todavía existen estos parásitos sociales aunque ustedes no los vean ni por error televisivo)) en Alcobendas (Madrid), un 25% más caro de lo que comunicó a la Comunidad de Madrid. Espinar registró el 20 de agosto de 2010 en la Dirección General de Vivienda y Rehabilitación una solicitud de autorización de venta de vivienda oficial o con protección pública, en la que manifestaba su propósito de enajenación por el precio de 140.313,35€. Cinco meses después, la vendió por 175.126,12€. 
Pero hay algún otro cabo suelto que no cuadra en este tema, y es la entrada que dio para comprar este piso, y fue la cantidad de 40.252,79€, además de otros 12.000 a Vitra (cooperativa de CC. OO.), y se subrogó en marzo de 2010 en un préstamo con el BBVA de 93.763€. Pero lo bueno viene ahora, y es que Espinar consiguió la hipoteca ganando 450€ al mes de una beca, cuando la hipoteca era de 580€ mensuales. Vaya con el chavalote. 
Este es el defensor de las causas sociales. Cabe recordar también, que este Espinar pertenecía a una especia de plataforma en Alcobendas que tenía un nombre un tanto singular, que era TARZÁN Y SU PUTA MADRE BUSCANDO PISO EN ALCOBENDAS, cosa que a él por ser hijo de quién era y por tener su padre de compañero de gastos tarjeteros al alcalde de esta localidad, lo tuvo más fácil que Tarzán y que su colectivo a la hora de encontrar el piso. Y luego hacer negocio con él, que eso es el no va más en la especulación inmobiliaria. 
Lo que hizo este tipo fue legal, pero no moral. Un tipo que defiende estas causas no puede luego por detrás hacer chanchullos como este, ya que quedan mal ante la opinión pública, por muchas explicaciones que se den o se quieran dar. Si esto lo hubiese hecho alguien de otro partido que no fuera el suyo, estarían que se subían por las paredes estos de Podemos. Pero ya se sabe, hacer lo que yo diga, pero no hagáis lo que yo haga. Y ahí tenemos un ejemplo. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida. 

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