domingo, 26 de diciembre de 2010

La palabra prohibida

Hace unos días, me entere por la radio de una cosa que me dejó alucinado. En un colegio de un pueblo de Cádiz, han denunciado a un profesor porque en el colegio dijo la palabra cerdo. No le dijo en tono de insulto, (si hubiera sido así, estaría lapidado) lo dijo para comentar que en cierta zona geográfica de España, y más concretamente en Trévelez esos animales se crían mejor que en otros sitios y por eso daban buenos jamones. La clase era de geografía.

Pero la mala suerte estaba ese día de parte del profesor. Había en la clase un chaval musulmán, y éste se sintió ofendido y el chico así se lo hizo saber, indicándole también que si se estaba riendo de él o insultándolo porque el profesor de geografía había dicho la palabra maldita en clase, es decir, cerdo. Cuando el chico salió de clase, se lo contó a su mami, y ésta ni corta ni perezosa coloco la correspondiente denuncia en la comisaría de policía más cercana. Ya me imagino la cara de estupefacción de los policías, pero también me puedo imaginar el interrogatorio. Seguramente una jarta de reír.

Esto demuestra una vez más que la ley esa que saco el gobierno de libertad religiosa, sólo vale para algunas religiones, porque si esta historia va a más, no se podrá decir en ningún colegio que haya musulmanes ninguna palabra relativa a este animal, y si tiene cantina el edificio pues seguramente tampoco se podrá colocar los bocadillos correspondientes a ninguna parte de este animal en concreto. ¿Hasta dónde vamos a llegar?.

Lo que demuestra también es que hay más miedo que hambre, en el sentido que desde ocurrieron los atentados de las torres gemelas y los atentados en Madrid, la sociedad y los gobiernos en particular se cuidan mucho de joderles a estos musulmanes nada, y eso es una cesión detrás de otra, y ellos se están dando cuenta que con el rollo de las civilizaciones van a poder hacer lo que quieran sin tapujos, porque a los gobiernos le entran cagaleras cada vez que oyen hablar de altercados con musulmanes por muy pequeños que éstos sean, incluidos este del cerdo en clase. Lo único que puedo decir, es que si el chaval se sintió ofendido, pues que lo cambien de colegio y santas pascuas. Pero claro es más fácil expulsar al profesor, no vaya a ser que la comunidad musulmana se ofenda más de los que ya está. Les vuelvo a preguntar, ¿hasta dónde vamos a llegar?. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida.

ESPERO QUE EL 2011 SEA MÁS PRÓSPERO Y MEJOR PARA TODOS VOSOTROS BLOGUEROS. NOS VEMOS EL AÑO QUE VIENE.

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