domingo, 7 de noviembre de 2010

A lo que se dedican

Ahora nuestros políticos se dedican a discutir si el orden de los apellidos es inconstitucional, es una ofensa a las mujeres porque siempre están en segundo orden o simplemente lanzan este globo sonda para que los españoles no se preocupen de lo mal que estamos económicamente en España.
Lo de los apellidos es un tema baladí, pero hay algunos que se empeñan en demostrar que es algo de estado sobre todo la Bibiana Aído, que es esa chica feminista que quitaron de ministra y la han colocado ahora como secretaria de Estado de igualdad, y es desde ahí desde donde quiere modificar la ley que controla el Registro Civil. Llevamos cientos de años siendo desiguales, porque es ahora cuando se dan cuenta de la desigualdad que existe en que el apellido del padre vaya primero que el de la madre. Llevamos cientos de años siendo machistas en ese aspecto, y ha tenido que venir el gobierno socialista para darse cuenta de esa desigualdad.
Pero esto tiene varios inconvenientes: uno de ellos, es que si los padres no se ponen de acuerdo en el orden de los apellidos, será un juez –más trabajo para ellos, y ya de paso ralentizar más la justicia española- quién determine el orden de los mismos, pero ¿bajo qué criterio?. Otro inconveniente que se presenta es que seguramente haya apellidos que desaparecerán, como Zapatero, ya que por eso de la igualdad si una chica se apellida Zapatero, será siempre la última en todas las lista, y eso con la pedazo de secretaria de Estado de igualdad que tenemos, no se puede consentir.
Por eso, el tema de los apellidos me parece a mí que es una cortina de humo para desviar la atención de los problemas realmente importantes, porque si no, ¿a qué viene ese tema ahora cuando llevamos cientos de años con este sistema?. Que los políticos se dediquen a lo que realmente importa, y dejen estas banalidades a un lado. Mejor nos iría. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida

1 comentario:

  1. Siempre he pensado que la Z va la última.
    No hay derecho... :)
    En efecto hay temás más importantes.
    Al menos las mujeres cuando nos casamos seguimos conservando nuestro apellido (en España, al menos).
    Llego a la conclusión de que los políticos de ahora están trastornados. Casi todos. :)

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