domingo, 14 de noviembre de 2010

Otra vez

Otra vez un párroco ha sido pillado con pornografía infantil. A una semana de la visita del Papa a España, la policía lo ha detenido con más de 120.000 ficheros en donde lo predominante eran esos tipos de archivos abominables y asquerosos. Encima la juez de guardia lo deja en libertad con cargos con la obligación de presentarse cada 15 días en el juzgado. ¿Los niños que salen en las fotos, serán del pueblo?. Parece que no, porque si así fuera lo hubiesen linchado a palos más de un padre. También puede ser que la policía lo tenga en secreto para no calentar más el ambiente y que no lo linchen, y así evitarse problemas a la larga.
No sé lo que pasa en la curia. Los escándalos cada día van a más, y no hay manera de pararlos. Son un problema para el Papa y los responsables de la curia, ya que están viendo que los problemas se le propagan como un cáncer y no saben pararlos. Puede ser también que ahora con la fluidez con la que las noticias se propagan, estos escándalos se sepan antes, y si encima se les echa más leña pues el resultado es el que es. Pedófilos en el seno de la Iglesia Católica -y en las demás supongo que también-, los ha tenido que haber de siempre, igual que homosexuales, lo que pasa es lo anteriormente mencionado, la fluidez en propagarse las noticias. Pero eso no puede ser excusa para que quién es un sinvergüenza sea castigado lo más duramente posible por los actos que comete. A fecha de hoy, los mandatarios de la Iglesia no se han pronunciado ni han hecho ningún comentario, con lo que el fuego se caldea y ellos no saben apagarlo.
Problema serio tienen estos párrocos, porque el callar muchas veces es peor que decir cualquier excusa por muy banal que ésta sea. Lo que debería hacer la justicia, es caparlo y castrarlo y después condenarlo a que se pudra en el cárcel y los mandatarios de la Iglesia, condenar el acto tan horrible, excomulgar al párroco y ayudar a la justicia a que esto se aclare, y dejarse de apartarlo temporalmente de sus funciones, ya que eso es lo mínimo que debe de hacer para por lo menos no ser cómplice de estos actos impuros. Vergüenza debería de darles, pero claro para que te dé, hay que tenerla y estos no tienen ni de la barata, como se está demostrando. Mientras aquí estoy, viendo pasar la vida

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