jueves, 25 de febrero de 2010

Las homilías políticas

Una iglesia es un sitio donde se va a rezar, a confesarse y a oír al párroco de turno decir la misa. A parte también hay iglesias que se pueden visitar por un módico precio. Hasta ahí todo normal. Lo que ya no es tan normal, o por lo menos a mí no me lo parece, es que se utilice una parte de esa misa, y más concretamente la homilía, para que el párroco en cuestión suelte su particular forma de ver la política española, o cómo se pueden solucionar los problemas de un país, o quién y cómo se puede hacer.
Este es el caso de Monseñor Rouco Varela, que aprovechó una homilía para preguntarse “quién y cómo garantizará el subsidio de desempleo y las pensiones”. Como pueden ver, hay cosas que uno no llega a entender por mucho que quiera. Pero perfectamente se pueden buscar las soluciones en vez de estar tirando piedrecitas sobre el tejado ajeno, que es lo que este monseñor ha hecho, dejarla caer y esconder la mano.
Ellos no pueden hacer ni decir ciertas cosas, ya que reciben importantes subvenciones para el sostenimiento de la Iglesia Católica y encima declarar desde los púlpitos y entre líneas como se encuentra la actual situación española referida a estos temas tan delicados. Porque eso fue lo que hizo Monseñor Rouco Varela desde su homilía, hacer metáforas de cómo nos encontramos económicamente en España y a la vez indicar que el partido en el poder no va a ser capaz de solucionar la situación.
Puede que lleve razón, pero no era ni el momento ni el lugar apropiado para criticar al gobierno con esa clase de metáforas que tan hábilmente estos prelados saben usar desde tiempos inmemoriales. Lo que debe hacer este monseñor en particular y la Iglesia Católica en general, es preguntarse por qué cada día van menos feligreses a las iglesias y garantizarse por lo menos media entrada en cada misa que se celebre, y dejar los demás problemas terrenales a los que deben o deberían saber de esas cosas. Pueden o no estar de acuerdo, pero las opiniones sobre algunos temas deberían guardárselas como si fueran secretos de confesión. Mientras, aquí estoy, viendo pasar la vida. Salu2.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentame que te parece